A Sheep in the Deep (C)

381/25(25/11/22) Obra Maestra de la animación infantil, que también hace disfrutar a los adultos, poseedor de una imaginación apabullante en sus diferentes gags visuales, todo un torrente de creatividad puesta al servicio del humor desenfrenado. Corto de poco más de seis minutos que forman parte de los Merrie Melodies de la Warner Bros, creados hace 6 décadas (estrenado el 10 de febrero de 1962), escrito por Chuck Jones (animador, caricaturista, guionista, y productor, amén de director), que dirige con Maurice Noble (especialista en creador de fondos), protagonizado por protagonizado por el lobo Ralph Wolf y por el sabueso Sam Sheepdog, con el mítico Mel Blanc proporcionando las voces de todos los personajes. Sexto corto protagonizado por Ralph Wolf y Sam Sheepdog, así como la última caricatura protagonizada por Ralph Wolf y Sam Sheepdog dirigida por Jones (su siguiente aparición fue en Woolen Under Where, estrenada en 1963 y dirigida por Phil Monroe y Richard Thompson). También fue la primera de las dos últimas caricaturas que los presentaban escritas por Chuck Jones (las caricaturas anteriores fueron escritas por Michael Maltese, quien ya se había ido a Hanna-Barbera en 1959. La segunda fue Lana Bajo Donde).

Presentando la vida cotidiana del lobo y del sabueso que cuida ovejas, donde ambos tiene su trabajo, teniendo que ticar su entrada al curro, parando a almorzar y volviendo donde lo habían dejado, siendo una rutina que se acaba con el pitido de fin de jornada laboral, en lo que es un recurso creativo formidable, verlos enfrentados a ambos, uno con la misión de atrapar una oveja, y al otro teniendo que impedirlo, pero cuando no están en horas laborales se llevan amistosamente compartiendo avituallamiento.

Tiene un arrollador arranque con Sam yendo tranquilamente al amanecer a su trabajo por el campo, se para ante la máquina de ticar, aun faltan unos pocos minutos, mientras vemos a Ralph arrolladito en su cama, suena su despertador (marca ACME), y comienza a desplegarse todo tipo de inventos Rubbe Goldberg para llegar a tiempo al trabajo, un gancho cenital le quita la sábana, la cama se eleva de la parte delantera para que caiga por un agujero a la ducha sostenido por un muelle que le lanza sobre tora escotilla donde hay una toalla para secarse mientras aun vuela, cae sobre un patín que va sobre un rail, secándose le aparece un sándwich que se come, aun deslizándose, abre la boca y del techo cuelga una jarra de café que se vierte sobre su boca, pasa junto a su maletín colgado que coge e impulsado sale lanzado a la calle y llega antes que Sam a ticar, saludándose con este. Y comienzan ambos su tarea diaria.

Entonces hay diferentes artimañas de Ralph para hacerse con una mansa oveja del rebaño que cuida Sam, ello en un crescendo creativo sublime; Desde el simple del primero en que a hurtadillas se hace con una y una cascara de plátano lanzada hábilmente por Sam le chafa, y acaba Ralph abrazado a un árbol; Un agujero en el tajo sobre el que vigila Sam, y con una cuerda atrapa una oveja que eleva para cogerla…, solo decir que acaba cual muelle; En plan más sofisticado corta la porción de tierra en que vigila sobre el tajo Sam, y con un gato hidráulico la eleva. Ralph se ve triunfante y se coloca al cuello una servilleta bajo la porción de tierra levantada, pero un sacacorchos será su peor pesadilla; En el siguiente intento el plan es llegar hasta las ovejas flotando con unos globos, pero Sam con una cerbatana…, y acaba Ralph sostenido por el cuello por Sam sobre el vació del tajo y justo cuando le va a dejar caer suena el silbato de hora de almorzar, Genial!; Y paran a almorzar tranquilamente los dos juntos como si nada, comparten café, y hasta fuman (hoy eso no sería políticamente correcto, pero hace 60 años esto era normal), el lobo un cigarro y el sabueso una pipa; Suena el fin del almuerzo y vuelven a donde lo habían dejado; Seguimos con más planes, ahora coloca Ralph un tobogán tras Sam, para hacerle llegar una bomba, pero un muelle será el peor enemigo de Ralph en esta ocasión, tenido a la fuerza una dieta un tanto pesa hasta la cola; Y el número final es abracadabrante en sus niveles de surrealismo kafkiano, Desternillante como juegan con el espectador (spoiler).