Locos de amor

Parece mentira que a estas alturas una historia de amor sorprenda y conmueva tanto como esta.

Tiene pinceladas de drama y de comedia, pero también rebosa romanticismo y sin llegar a empalagar. Aún así no es romanticismo convencional, divierte, entretiene, podría incluso arrancar más de una lágrima, pero también más de una carcajada. Lejos de ser una situación triste y deprimente, es una muestra de la superación y la convivencia con una enfermedad como el autismo, que según muestra la película que está inspirada en hechos reales, no tiene por que ser antónimo de felicidad. Te hace pensar por qué a veces nos complicamos tanto la vida con dobles sentidos, lecturas entre líneas y ese tipo de cosas que a cualquiera puede llevar a una grave confusión. En lugar de compadecer a los personajes acabas por envidiarlos en muchos momentos.

Después de haberla visto, me apena un poco que sea tan desconocida; personalmente, busque aquí en Filmaffinity las películas de Josh Hartnett (un actor que me inspira mucha simpatía), y entre ellas apareció "Mozart y la ballena" con una buena nota, así que la conseguí y posteriormente vi. Dudo que sea vista por mucha gente, por lo que si para algo tiene que servir esta crítica es para que te animes a verla, porque merece la pena, y mucho...
Habitualmente leo cuidadas disecciones de las interpretaciones; pues bien, yo no tengo ni idea, solo se que me resultaron bastante creíbles, que en una interpretación del autismo ya me parece todo un logro, y que transmiten, transmiten mucho.
Respecto a la película en si, y como decían un poco más arriba: Parece mentira que a estas alturas una historia de amor sorprenda y conmueva tanto como esta. Y lo mejor, todo en su justa medida, ni demasiado “pastelosa”, ni demasiado “graciosilla”, ni tampoco demasiado conmovedora. En fin, una de película de cómo el amor deja de lado las imperfecciones de cada uno.

Que no deja indiferente.

O en otras palabras: un drama romántico muy decente. Y ya paro de rimar tontamente XD
Crazy in Love es una cinta sencillita, más encuadrable en la corriente de cine independiente (y dale) que en el circuito cinematográfico más tradicional o conocido. Quizá parte de su encanto resida precisamente en eso, en haber gozado de escasa repercusión o auto-bombo; el caso es que merece la pena tanto verla como luego recomendarla, pues posee pequeños detalles que la alejan del montón de escoria que suele ser el género. Digo esto porque sin ser una comedia romántica el tono no deja de ser simpático y luminoso, como sus protagonistas, cuyo reflejo en los actores que les dan vida es bastante remarcable, pues la mayoría lo hacen muy bien.

El tema a tratar ya es muy jodido de por sí; es por ello de agradecer que el director no haya optado por el dramatismo de todo a cien y el efectismo por la cara. Aquí, si bien se aprecian altibajos en la parte final, todo ocurre de forma lo suficientemente espontánea para que no cante a la legua. Y eso se nota en las sensaciones durante y tras el visionado. Bastante agradables.

Así, sin ser perfecta ni mucho menos, ni pretenderlo, nos queda una más que interesante propuesta con que amenizar la tarde y sentirse, en mayor o menor medida, reflejados en pantalla, pues todos somos, de alguna manera, esclavos de nuestro propio universo paralelo.

Esta película ha sido una tremenda sorpresa… Es una película peculiar, como peculiares son los personajes que aparecen en ella.

El grupo de personas que “lidera” Donald es, cuanto menos, curioso, y por ser personas extrañas, con alguna disfunción mental, están al margen de la sociedad. Es claramente una injusticia, ya que viendo como son, como se comportan entre ellos podemos ver que son personas también (evidentemente, incluso más personas que mucha gente “normal”), como cualquier otra, capaces de establecer relaciones entre ellos y crear sus vínculos de amistad. Esto que comento se refleja en la película, pero ésta es ante todo una historia de amor. No es nada típica, y la historia (basada en una historia real, por cierto) es muy buena…

No se parece a ninguna película romántica que haya visto, pero es de las más bonitas y humanas… Claramente por encima de la media.

Josh Hartnett hace su mejor interpretación con el permiso de la de “Las Vírgenes Suicidas”, aunque en “Mozart and the Whale” recae mucho más peso sobre él al ser protagonista… Y, por supuesto, ni la interpretación de Josh Harnett ni la película en general serían lo mismo sin la maravillosa Radha Mitchell, una actriz que cada vez que se pone delante de la cámara con una película en condiciones demuestra que es una pedazo de actriz.

Una gran película que nos enseña que el amor es universal, a todos nos atrapa, pero a la vez es único en cada caso…

Me ha encantado, la verdad es que disfruté mucho viéndola y como algunos dicen, lloré, rei, me emocioné y me encantaron los protagonistas. En mi onión, una gran película para ver si te gustan este tipo de películas, la recomiendo a todos.