Skin

Lo que ocurrió en Sudáfrica de 1948 a 1994, eso las cifras oficiales, por supuesto empieza antes y acaba, todavía existe, con un grado menor de violencia y salvajismo.
Un puñado de blancos establecieron el apartheid, un sistema de segregación racial, impuesto por la minoría blanca que gobernó ese país.
Se inventaron la ley de registro de población 1950:
Clasificaba a todos los ciudadanos, en grupos raciales.
Entre otras lindezas, estaba prohibido que personas de diferentes razas, entraran en las mismas tiendas, asistieran a los mismos colegios o vivieran bajo el mismo techo.

Esta historia se inspira en hechos reales y realmente tiene momentos sorprendentes y valientes.
Una blanca y un blanco tienen una hija de piel negra, ese es el punto de partida.

Impagable el travelling, cuando la madre blanca, acompaña a su hija negra al colegio.
Las miradas de todos hasta de los negros es sencillamente inefable.

Otra cosa que me llama la atención, es estos padres blancos, que como dice el padre siempre hemos sido firmes simpatizantes del gobierno nacionalista. (O sea discriminador y racista)
Lo creyentes católicos que son, como rezan antes de enviar a su hija al matadero blanco. Amén para arriba amén para abajo.

La película toca temas y no se corta al hacerlo, los giros de guión son elaborados, nada azaroros, ni capciosos.
Hay una radiografía amplia, franca y creo, bastante genuina de ese atroz califato racista del que sabemos muy poco, porque mejor ocultar y manipular, que los mandamases se pueden enfadar.
No es la típica película panfletaría de negros y blancos.
Aborda sin tapujos cuestiones espinosas y tabúes.