Un crimen en el futuro

Una vez termina lo mejor que se puede decir de ella es que las hay peores. Sencillamente para pasar el rato, sin más.

¿Qué haríais si os despertárais en un hospital con amnesia tras haber sufrido un intnto de asesinato? ¿Y si poco después os enteráseis de que intentan asesinar al presidente de los estados unidos? ¿Y si nadie os cree? Eso es lo que plantea esta película, seguir los pasos de un pobre hombre al que le sucede todo esto.

Se trata, por tanto, de la típica película del género de intriga en la que poco a poco descubriremos la terrible verdad escondida en las páginas de su guión. En ella, veremos a nuestro amnésico protagonista refugiarse en gente que le cree como su pareja o el sherif local, mezclandose con extraños personajes, y siendo el hazme reir de los agentes federales que le toman por un loco.

A pesar de que el argumento pudiera dar para una interesante historia, el resutlado obtenido no es ninguna maravilla. Es más presenta deficiencias importantes. Para empezar, la trama es excesivamente sencilla para un film de estas características. Además, la sucesión de escenas pueden resultar algo confusas; y por tanto ahcer perder el interés. Finalmente recalcar que su final es demaisado predecible.

En cuanto a los intérpretes, destacar a la guapa actriz canadiense Neve Campbell y un muy competente Sam Shepard. Val Kilmer y Amy Smart, en cambio, no terminan de convencer.

Flojo thriller que toca el subgénero de "magnicidios", tan en boga en la historia del cine.
Normalmente suelen ser películas muy entretenidas e interesantes, pero aquí todo es convencional y está narrado de forma farragosa y poco clara.
Mucho esteticismo barato y bastante confusión dan al traste con la posible, y solo posible calidad del argumento.
Pero Michael Haussman, el realizador, está muy verde y acaba con el menor atisbo de originalidad. Así todo es, no digo que previsible, que también, sino falto de garra y fuerza.
Lo cierto es que no hay nada destacable y los intérpretes están en horas bajas.
No merece mucho la pena y a veces tan sólo parece un capítulo alargado de alguna serie de acción de la tele.

Cuando veo thrillers de serie B como este, con actores venidos a menos, bajo presupuesto y estreno limitado o que ni siquiera ha pasado por el cine, los comparo con un equilibrista sobre la fina línea de la mediocridad que separa la calidad del bodrio.
Ni es buena ni mala. Ni aburre ni entusiasma. No es como para dejar de verla, pero a los tres días es como si te hubieran pasado el cacharro de “Men in black”: se me olvida como si tuviera la amnesia de Val Kilmer.
Por cierto, que los actores están tan poco motivados como el resto del equipo. Solo quieren cobrar e irse a su casa. Bueno, todos menos Neve Campbell, que sí que se esfuerza algo en hacerlo realmente mal. Esta actriz nunca ha sido buena y puede alegrarse de haber sido la protagonista de “Scream”. No me extraña que su carrera nunca haya destacado mucho fuera de la saga de Wes Craven (quizás salvo en “Juegos salvajes”, y por cómo era esa película).
En fin, con todo lo dicho, es apta para matar hora y media en un día tonto sin exigencia cinéfila.
Y algún que otro giro inesperado hay, como para poder salvarla de la quema. La nota que le he puesto la tengo clarísima y no hay que matizar nada en absoluto.
Duda sin resolver: ¿A qué demonios viene ese breve plano de un torero al principio del todo? Incomprensible aunque tenga que ver con Méjico.
También creo que ha debido patrocinarla una tabacalera. ¡Todos fuman como William B. Davis en “Expediente X”!