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Las pirañas asesinas

Terror. Intriga En una paradisiaca y exótica zona de Brasil se comete el robo de unas esmeraldas, valoradas en millones de dólares. Inmediatamente después, son arrojadas a un profundo lago, con intención de recuperarlas días más tarde. El lago sin embargo, está plagado de uno de los seres más mortíferos y temidos por el hombre, las pirañas, convertidas ahora, en guardianes del preciado tesoro. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
27 de agosto de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraña coproducción revestida de superproducción y que en su estreno, por lo menos en España, gozo de una fuerte campaña publicitaria... aprovechando del fuerte tirón por aquel entonces de cualquier película con tiburones o pirañas... y que por cierto se estreno con el título de "Voracidad" y un cartel publicitario en el que tan solo figuraba la cabeza de un buceador y una mano emergiendo de unas agitadas y enrojecidas aguas. Ambas cosas bien distintas de su actual denominación e imagen.
Participaron cuatro países en la producción del film, (Italia, Brasil, Gran Bretaña y Estados Unidos), y la productora norteamericana era del entonces matrimonio del momento (en lo que a Hollywood se refiere), como era el formado por Lee Majors y Farrah Fawcett, (Los ángeles de Charlie,1976), que crearon la productora Majors-Fawcet Productions.
Pero a pesar de tanta productora diferente colaborando... el film no deja de ser un justito pasatiempo. La mezcla de unos ladrones de joyas, con una débil trama policíaca, con una historia de envidias y rencillas y unas pirañas... no cuaja... aunque haya alguna escena que otra de mérito en lo que a estas ultimas se refiere.
Tal vez la elección del director, el inefable Antonio Margheriti, no ayude. Este director italiano responsable de auténticos bodrios como "Yor, el cazador del futuro", (1983) o la más aceptable, "La horrible noche del baile de los muertos" de 1971. Director con una carrera amplia, pero con pocos trabajos destacables.
Dado su variado elenco de producción, el film pudo contar con un plantel internacional, aunque los papeles principales quedaron reservados para los norteamericanos por aquello de su mayor tirón en taquilla, como era el caso de Lee Majors (como no!!), por entonces sex-symbol masculino gracias a su papel protagonista en la televisiva serie "El hombre de los seis millones de dólares", (1974). Le acompañan Karen Black, (Invasores de Marte, 1986), Margaux Hemingway, (Lipstick, 1976), Marisa Berenson, (Barry Lyndon, 1975) y el por entonces también bastante famoso pero que acabo su carrera en producciones como esta, (al contrario que Marisa Berenson o Karen Black), James Franciscus, (Regreso al planeta de los simios, 1970).
El film se deja ver, pero el argumento flojea, el director hace aguas y los actores tan solo cumplen rutinariamente. Como divertimento de aventuras y poco más.
Juggernaut
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12 de junio de 2022
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como comentó Juggernaut en la anterior crítica, este film lo ví de reestreno en un programa doble bajo el título de "Voracidad" y, efectivamente, hubo una buena campaña publicitaria en la tele -¡si salía en la tele debía ser buena!- y el cartel, con el buceador estirando su mano desde el agua, medio devorado, impresionaba. Pero ya, en aquellos años, empezamos a pillar el truco de las imitaciones italianas, ya que nos daban gato por liebre ...dos años después nos la intentaron colar con "L'ultimo squalo",estrenada aquí como "Tiburón 3" y con James Franciscus repitiendo de malo ...

La película es bastante mediocre. Como serie B no llega al nivel de la imitada, la estadounidense "Piraña"(1978, J. Dante) y eso que la original tenía menos medios ... pero más talento e imaginación. Unos ladrones causan un auténtico apocalipsis medioambiental, volando unos tanques de combustible de una refinería para robar unas esmeraldas. Vaya hijos de ... y el jefe de ellos no se le ocurre otra cosa que infestar un idílico lago de pirañas hambrientas para proteger el botín, como hizo Kirk Douglas en "El día de los tramposos"(1970), con la diferencia que morirán muchas personas por tan originales vigilantes. Lo dicho, vaya ramillete de hijos de p...

Un elenco de bellas actrices o más bien modelos como la Hemingway y la Berenson- junto a la Black, que en esto de actuar sí tenía tablas. En cada ocasión que hay un primer plano de la Berenson le añaden un flou que dejan en nada al mítico que empleaban con Sara Montiel ¡si pensaba que se me entelaban las gafas!. Lee Majors ejerce de macho alfa de manual y poco más.

Las pirañas casi ni salen y las tomas subacuáticas son bastante penosas. De acuario de casa. A la hora de destruir las instalaciones del inicio con explosiones emplean sobradamente un buen número de maquetas Mi duda es si son de otro filme y las reciclan. En fin, terrorcillo setentero del malo. Del que hacían en Europa o producían europeos.
Quinto Sertorio
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20 de enero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Probablemente el animal asesino marino más famoso del cine es el escualo de Spielberg, símbolo del cine setentero y todo un boom comercial. Tras ese tiburón cabroncete todos sabemos lo que siguió, una especie de exploitation subacuática que incluía las pirañas, por supuesto. Y allá donde huele a dinero andan todas los productores, así que a esta película italiana habría que acompañarle por lo visto varias nacionalidades más. En todo caso estamos en un río brasileño, aunque parezca que es un litoral marítimo, y la cosa no empieza mal, como una película ejemplar de robos y atracos, con fuegos artificiales notables y un botín del gremio de la joyería que, según uno de los artífices, supone una fortuna que se tardó décadas en amasar.

Muchos personajes, la envidia y la traición que se acumulan en la atmósfera y un absurdo comportamiento de esos pececillos de mordida carnívora que dan tanto miedo como el mencionado tiburón de Hollywood. Sea como sea, si las escenas de fuegos artificiales están muy bien, las submarinas son pocas y cutres, de repente aparece un tifón que nos introduce en el cine de catástrofes (ya van tres subgéneros, o cuatro, los que quieran) mientras que yo no he dejado de acordarme del pobre Manolito, el personaje Piraña, al que le pusieron ese mote porque siempre tenía hambre... Es lo que tiene ser un chaval gordete en los años ochenta, qué crueldad...

La película entretiene, aunque en su momento y como dicen por ahí, a muchos se la colaron por la campaña comercial que conllevaba. Vista hoy gracias a una de las tantas plataformas audiovisuales existentes creo que tiene su gracia.
Luisito
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8 de diciembre de 2023
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un amigo cinéfilo me comentó en cierta ocasión cual era, para un conocido suyo, una de sus películas favoritas: Anaconda (1997, dirigida por Luis LLosa). Motivo: porque es una película que tiene de todo. Tiene aventura, acción, terror, romance... de todo!

Aplicando esta argumentación irrebatible, Las pirañas asesinas (también conocida como Voracidad) debería ser algo así como una obra maestra del estilo cinematográfico del tiene de todo; hay explosiones a cascoporro, un tornado, pirañas, atracadores y todo ello con exteriores filmados en el privilegiado escenario natural de Angra dos reis.

La películas arrastra no pocos problemas: el menor de ellos, un argumento inverosímil; algo perfectamente disculpable si luego el resultado fuera mas intenso y divertido.

A esto hay que sumarle una notable falta de medios. Pero lo peor (y lo que en algún momento hace caer el film en el ridículo involuntario) es que esas carencias visuales eran perfectamente evitables. Hay como un empeño por poner en pantalla un montón de cosas tan complicadas como caras: explosiones, un tornado que destruye una presa, una avioneta que se estrella... todo innecesario.

Aquí lo realmente necesario no era mas presupuesto, era un guion mas divertido, mas gamberro, con mas punch. Ya que hablamos de peces carnívoros, con mas chicha.

Las interpretaciones tampoco hacen por disimular el soso guion. Tenemos a Lee Majors -por aquel entonces muy popular entre el público por la serie El hombre de los seis millones de dólares-, con su masculina apostura, entrecerrando los ojos cuando quiere hacerse el interesante y arqueando su ceja izquierda cuando algo le sorprende; y a Karen Black haciendo lo que puede, la única que parece tomarse algo en serio el asunto y por momentos logra parecer aterrada ante la perspectiva de ser devorada por unos peces letales. El resto parecen estar ahí para cobrar el cheque y pasar unos días al sol de Brasil.

Por cierto que la localidad donde se filmaron los exteriores (Angra dos reis) es una zona costera. Así que se produce una confusión notable por momentos, porque no hay sensación que la acción transcurra en un lago, sino mas bien a la orilla del mar. Algunas tomas aéreas del lugar tampoco ayudan a disimular el lío, precisamente.

Pirañas asesinas pudo haber sido un divertido disparate y en su lugar se queda en un mero catálogo setentero de lo mas supuestamente molón del momento: el repertorio de estilo y moda que luce el film es, en este sentido, lo mas genial del mismo. Me encantaron los peinados (patillas y laca a granel), las inevitables gafas de sol de aviador, los pantalones acampanados de ellas y las camisas abiertas de machotes de ellos. Hasta James Franciscus aparece jugando al backgammon en un par de ocasiones, que hay mas seventies que eso?

De fondo musical suena cada dos por tres un tema disco interpretado por Amii Stewart compuesto para la película, lo que contribuye aún mas al festival setentero.

Quizás en su día y frente a un público poco exigente, la película tendría cierta capacidad para entretener. Hoy no puedo recomendarla, aunque...tiene de todo!
Rothgo
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