Inverosímil guión plagado de situaciones grotescas. La belleza y sofisticación de la Kruger no están a la altura de su nivel interpretativo y la química con Dany Boon no se percibe en casi ningún momento de la película. En cuanto al humor, se salvan a duras penas un par de escenas.

Una historia sencilla y bien contada, donde las imágenes hablan enlazando un guión fresco y natural. Pese a su aparente simplicidad, consigue retener la atención del espectador hasta el final, dejando que sea la sugerencia de las imágenes la que tome el protagonismo a los diálogos.