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Críticas de John Dunbar
Críticas 707
Críticas ordenadas por utilidad
2
14 de agosto de 2012
108 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bien, para empezar tengo que decir que soy consciente de que hablar mal de ésta película es ir contracorriente. Sé que le gusta, o le encanta incluso, a mucha gente. Pero mi visión sobre la misma no es tan bonita.
Sí... es muy emotiva, muy alegre en su primera parte, el niño que es enternecedor, la conquista de la dama superando adversidades y encima con final dramático. Tiene tooodos los ingredientes necesarios para emocionar y conquistar el corazón de mucha gente.
Ahora la parte realista; cuando uno hace un guión, aunque éste sea ficticio, si tiene un trasfondo histórico debe respetarlo, cosa que no sucede aquí. ¿Por qué?, muy simple: trata a los nazis como auténticos imbéciles y por ende al espectador. Los nazis eran muchas cosas pero de tontos no tenían un pelo.
Lo hace primero a la llegada a la estación cuando separan a hombres, mujeres y niños y el niño le pregunta al padre que dónde se los llevan y éste le cuenta la primera milonga. Recuerdo que pasan por delante de un oficial y como si tal cosa siguen adelante en la fila. No pasa nada... se llevan a todos los demás pero a ti no porque eres especial.
Pero el verdadero ejemplo del trato infravalorado que se le da a los nazis, es cuando vemos que el niño consigue evadir la seguridad del campo y campar a sus anchas por él en busca del padre. Lo cruza dos veces, habla con el padre y no lo ve nadie. Pues ya tiene mérito para la inocencia del niño.
Por otra parte el señor Benigni no debe estar muy documentado de cómo eran realmente los campos de concentración. Si bien es cierto que no parece un hotel de cinco estrellas, tampoco lo primero. Eran mucho más destructivos e inhumanos que lo que nos muestran aquí. Dejémoslo en la impresión de un campo de trabajos forzados.

Hasta aquí en lo que se refiere al trasfondo histórico. Ahora me meteré con la trama ficticia. Si la segunda parte de la película fuera extrapolable a la realidad, alguien se puede creer que a un niño de unos cuatro años le vayas a tener engañado con el dichoso tanque más de 2 ó 3 horas. Pasado ese tiempo va a empezar a llorar porque quiere ver a su madre, comer en condiciones cuando le empiece a picar el hambre e irse a su casa. ¿El tanque?, lo manda a la mierda a las primeras de cambio junto con su padre si se sigue poniendo pesado. Pero no... en lugar de actuar con pura lógica y ser objetivo, es mejor que al niño le contemos que hay que estar callado y escondido y hacer caso a esos señores con uniforme porque así con 1.000 puntos nos darán un tanque.
Hijo... tú no te preocupes por el hambre, por no ver a tu madre, por no volver a casa, por no saber quién es toda esta gente que está con nosotros, por tener que dormir casi unos encima de otros, ni siquiera lo hagas por no saber el tiempo que estaremos aquí. Tú tan sólo piensa en el tanque. Concéntrate en él aunque nos tiremos aquí hasta que te salga barba.
Pregunto: ¿de verdad alguien se puede creer toda esta historia?. Es ficción sí, pero la ficción tiene que ser realista; a uno le tienen que hacer creerse lo que le están contando, si no vale cualquier cosa.
Al hilo de esto tengo que decir que en el making off de la película el propio Benigni cuenta como anécdota que al comienzo del rodaje cuando apenas llevaban 3 horas, el niño (cansado) preguntaba si ya habían acabado porque asociaba que como las proyecciones duran más o menos 2 horas pues el rodaje también. Y se reía de su inocencia porque el pobre no sabía que los rodajes duran entre 2 y 3 meses. Pues si esto es la realidad, como todos sabemos que es, en la ficción no tiene porque ser distinto.
Luego que encima le hayan dado el oscar (además de otros premios) al mejor actor a Roberto Benigni por hacer de sí mismo tiene tela también.

Lo más destacable de la película, pero como de aquí a la Luna, y esto quiero dejarlo bien claro, es la maravillosa música de Nicola Piovani quien ya hubiera dejado muestras de su arte con la música por ejemplo de "La teta y la luna" de Bigas Luna. Sin ella creo que incluso la gente que está enamorada de éste bluff no lo estaría tanto. Aquí sí que está de sobra justificado el oscar.
John Dunbar
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5
21 de julio de 2012
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En "Una aventura extraordinaria" nos cuentan la bonita y a la par dramática historia de la salvación de tres ballenas que atrapadas bajo una espesa capa de hielo logran conmover para su salvación a la población ballenera, a una empresa petrolífera y por si esto fuera poco, a los ejércitos soviético y estadounidense.

Una bonita y familiar historia con "espíritu Disney" que aunque me digan que está basada en hechos reales, cuesta creer que una empresa tan azarosa y complicada logre tanto de gente tan diversa y con fuertes intereses económicos y culturales de por medio.
Si uno es un poco realista sabe que la población indígena ballenera aparca sus viejas tradiciones por un par de días para luego seguir matando indiscriminadamente. Pero claro... es que es su tradición y ya sabemos lo que pasa en todas partes con las tradiciones.
Y que decir del magnate del petróleo interpretado por Ted Danson; pues digo tres cuartos de lo mismo. Al ver que además de no ganar dinero con la explotación petrolífera del lugar, encima tiene que poner de su bolsillo miles de dólares para el rescate, no puedo pensar que de una manera tan relativamente fácil, una mente cuyo único afán es hacer dinero se vaya a ablandar de esa manera y ya está. Claro que vemos que al final lo que pierde por un lado lo gana ampliamente por otro.

En cualquier caso que sirva para remover alguna que otra conciencia además de entretener.
John Dunbar
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9
21 de julio de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me planteo si lo es o tan solo se le acerca. Evidentemente, desde el enorme catálogo posible, se trata solo de una pequeña licencia adoptada por un servidor ausente de una visualización más completa para ofrecer una respuesta digna a su totalidad, no conociendo todas y cuantas series se llevan producidas en el viejo continente. Y es que desde el clan Savastano y allegados, protagonistas de este traje a la europea sobre los devenires de la mafia, en este caso napolitana, tienen alguno de los atributos esenciales que envuelven en una especie de mitomanía psicopática este tipo de crónicas, siempre tan crudas por el realismo que encierran detrás y tan suculentas para el buen aficionado, a salvo de esos mundos clandestinos, por convertir en populares las aberraciones, corruptelas y demás filias ilegales de los clanes mafiosos.

La serie parte del estudio y seguimiento exhaustivo durante años, a riesgo de su integridad física, del periodista y escritor Roberto Saviano autor de la novela homónima, siendo un golpe de autoridad sobre cómo hacer una serie igual de contundente que de complaciente en suelo europeo sobre el acercamiento a la camorra.
No obstante, mis primeros contactos con ella me han producido extrañeza, un leve y comprensible rechazo superado tras unos cuantos episodios en que el cerebro se adapta, desdibujando algo que ha venido siendo una marca y sugiriendo sensaciones diferentes, otra forma de ver y hacer ver a lo que, desde el otro lado del charco, se nos tiene acostumbrados. Ese diseño que suele oscilar entre lo glamuroso y lo obsceno pierde la primera parte de esa habitual condición y nos da un retrato más tosco, desde el viejo rol aceptado como indispensable de que el mafioso italiano por ser italiano ha de vestir bien. La realidad dictamina que la fachada, como el lenguaje, se acercan más a la exposición de 'Gomorra' que a la de Scorsese, Coppola o de Palma, como referentes más próximos. Surgen de sus entrañas más niñatos que adultos para alimentar la camorra, alejando la elegancia de un buen traje y dejando paso a un estilo más chabacano, más juvenil, a la par que los viejos Cadillacs son sustituidos por motocicletas ligeras que comienzan a desfilar con agilidad por la calles de Secondigliano, el barrio napolitano testigo de los desmanes y acciones fuera de la ley que la camorra acomete a diario.

'Gomorra' gira siempre en torno al clan Savastano, familia de cuño postizo para esta recreación veraz, que explora de un modo adictivo las guerras entre bandas por el control de los barrios, las traiciones, la captación de los más jóvenes (el cómo y el porqué de esta cuestión están especialmente bien descritos en la novela, algo que no deja de ser un recurso tan necesario como cualquier otro para la sostenibilidad del clan) o la demostración de hasta dónde llegan a nivel político sus poderosos tentáculos. Se arranca con el patriarca Pietro Savastano, 'Don Pietro', con el 'Don' de la jerarquía siempre por delante, recio y temido, pero las tramas se anticipan a la realidad o, sencillamente, la retratan y, como un viejo lobo, el teórico reposo sobre sus hombros engaña con prontitud para que éste vaya perdiendo en el desarrollo fuerza en detrimento de su hijo Gennaro y de Ciro Di Marzio, su amigo y mano derecha del 'boss', apelativo que entra en funcionamiento de manera habitual para dar a conocer a quien ostenta el mando, algo que también en la novela es mencionado con frecuencia.
Sobre estos dos personajes vale la pena pararse, ellos son los que delimitan con sus diversas distancias y acercamientos la intensidad y los fines perseguidos. El odio y la amistad entre ambos determinan que también en estos ámbitos se han de cumplir ciclos, aunque es Gennaro, Genny o Genná según la proximidad, quien muestra un profuso cambio hecho a marchas forzadas; un comienzo tembloroso en donde descubre quién creía ser y quién es realmente y rápido el modus vivendi esperado aparece para hacer de él una transformación en macho alfa que no abandonará hasta el final.

Confieso que al principio le costó atraerme y me planteé continuar con su visionado. No fue hasta el episodio cuatro, tampoco demasiado tarde, donde situaciones drásticas proporcionan la sorpresa y, de paso, un perfil inédito, rompiendo con el escenario presumido para dar pequeñas insinuaciones de que el juego no ha hecho más que comenzar. Por otra parte, la decisión de cerrar cada capítulo con la música del grupo electrónico Mokadelic también se destaca como un acierto, que incentiva y actúa como epílogo. Unas notas que forjan empatía general con el argumento y más mi simpatía por él desde el recuerdo.
Escribiendo esto a falta de cerrar con una quinta y definitiva temporada sobre la que me cuestiono su necesidad y que veremos a ver cómo engarza, le digo: estoy encantado de haberte conocido.
John Dunbar
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9
15 de julio de 2012
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una buena manera de demostrar que también con un planteamiento sencillo se puede hacer una buena película. Es la lucha por la supervivencia llevada al extremo en cuestión de muy poco tiempo.
Espectaculares escenas bajo la intensa nieve con una manada de lobos al acecho sirven para dar al espectador la sensación continua de miedo, frío y desasosiego desde la tranquila butaca del cine o el sofá de nuestra casa. Especialmente realistas y sobrecogedoras las escenas con los lobos.
Liam Neeson genial como siempre.
Alrededor de una hora y cuarenta y cinco minutos de puro entretenimiento.
John Dunbar
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10
17 de julio de 2012
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me declaré fan incondicional del cuarteto (incluyendo a su director Mariano Ozores) allá por el 84, cuando mi padre alquiló esta joya como una de las primeras películas que servirían para estrenar el recién comprado vídeo del mítico formato vhs. Obviamente, dada mi tierna infancia -unos ocho años-, apenas la pude catar, casi diría incluso que ni siquiera recuerdo si la pude ver entera o sólo parte, pero naturalmente a escondidas. Fue más que suficiente. Ya habían calado en mí.
Eran tiempos de felpudos maravillosos y tetas y culos por doquier, vamos lo que se conocería como la época del cine del destape o cómo desnudar a cualquier chica de buen ver bajo la disculpa más tonta.
¿Es cine que entraría dentro de la definición de casposo? pues sí; ¿que es cine que se le podría tildar de machista? pues también; ¿que es zafio, vulgar, que son todas parecidas...? sí sí sí y sí. Pero me da igual. No cambiaría nada de éstas películas; por no cambiar no cambiaría ni siquiera ni las carátulas. ¡Joder qué recuerdos!.
Pajares y Esteso, Esteso y Pajares... ¡qué grandes y qué menospreciados!. Y ya cuando se juntan con otro grande como es Antonio Ozores ya no hay parangón: son inimitables. Con sus caras de circunstancia, sus salidas guasonas o inocentes (según el caso) y sus picardías, las risas que me tengo echadas con ellos no tienen precio.
En la actualidad veo todas en las que salen los tres juntos de cuando en cuando, siempre que me entra morriña.
Los bingueros es sin duda la obra más representativa del cine del destape y de la transición. Quién no la conoce aunque sea de oídas.
Pongo incluso un pequeño detalle: es la primera película si no me equivoco que al contar con dos artistas de un mismo nivel resuelve el problema de: ¿a quién pongo primero en los creditos iniciales?. Muy fácil: pongo al primero a la izquierda pero más abajo y al segundo a la derecha y más arriba, así ninguno se siente más que el otro, por aquellos de los egos, como ya sucediera en casos similares como "Heat" con Pacino y De Niro o en "Chacal" con Richard Gere y Bruce Willis en donde emplearon la misma fórmula.

Para disfrutarla, ésta y todas las del trío, a menos que lo consideres incompatible con el gusto por otros tipos de cine con mejor pedigrí.
John Dunbar
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