Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Omaha, Nebraska
Críticas de Melón Blando
1 2 3 4 >>
Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
7
27 de diciembre de 2005
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como ocurre a menudo el título en español no hace justicia al original. "Scrooged", del año 1988, se trata del ya tradicional film que emiten las cadenas de televisión una y otra vez en ocasión de las fiestas de Navidad. Y precisamente esta película habla, entre otras cosas, de la televisión y de la Navidad.

Bill Murray es su protagonista, en el papel de un Mr. Scrooge de nuestro tiempo, el director de una cadena de televisión norteamericana, despótico, sin escrúpulos, que, al principio de la historia, no tiene reparo en despedir a un trabajador de la cadena en vísperas de Navidad, caprichosamente. La forma: contratando un par de guardas de seguridad que tienen la misión de acompañar al trabajador despedido y sus cosas a la calle, en menos de cinco minutos. Puede parecer exagerado, pero si hablamos de las formas, en situación parecida se encontraron 660 trabajadores de la empresa SEAT en Martorell recientemente. Y es que el tono cómico de la película, que podría banalizar su contenido, al menos para mí no tiene tal efecto. Sólo el anuncio de la emisión en TV de una versión de "Cuento de Navidad", de Charles Dickens, que ingenia nuestro protagonista para subrayar su importancia dando razones por las cuales el espectador no puede perdérsela (terrorismo internacional, drogas, delincuencia...), es de tremenda actualidad.
Acompañando a Mr. Bill Murray en esta revisitación al clásico de Dickens, el gran Robert Mitchum, en un pintoresco papel como propietario de la cadena de TV; John Houseman, como invitado por la cadena; o Karen Allen, la mujer de la Tierra que vivía un romance con el hombre venido de las estrellas en "Starman". Los tres fantasmas tampoco tienen desperdicio. La música es de Danny Elfman, el compositor habitual de las películas de Tim Burton, y dirige Richard Donner que supo dotar a la historia de un ritmo trepidante de principio a fin.

Un año más llega la Navidad, la gran fiesta del consumo, la injusticia y el agravio comparativo, que dice una conocida mía muy sabia. Como una posible alternativa, la Navidad, muchas veces impregnada de cinismo, puede ser vista tal vez a través de los ojos de Bill Murray, de un Mr. Scrooge cualquiera.
Melón Blando
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
16 de agosto de 2007
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni las presencias en el reparto de Sophie Marceau y Julie Christie consiguen arreglar semejante desaguisado.

Un guión que asusta por inverosímil y por sus simplones diálogos; donde los intrusos se pasean alegremente por el interior del Louvre como si del patio de su casa se tratara. Una sucesión de planos sin aparente rumbo. En ocasiones, parece que la película se haya hecho con prisas. Incluso la aparición del viejo inspector -personaje presumiblemente cómico- parece desajustado dentro de un film carente de tono: un despropósito detrás de otro entorno a la figura de Belphegor. ¿Dónde están los cazafantasmas cuando se les necesita?

Todo a costa del museo Louvre de París y de la cultura egipcia. Porque la idea de convertir la atracción cultural de la capital francesa en un producto de entretenimiento se queda en eso: en una idea de resultados no demasiado halagüeños.
Melón Blando
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
20 de junio de 2005
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de la película en que se encuentran por primera vez dos raros actores que comparten el hecho, además de ser "raros", geniales, de estar siempre bien en películas menos graves. Son Johnny Depp, quien se cree Don Juan, y Marlon Brando, o mejor dicho, Don Octavio de Flores, en la figura de un obeso psiquiatra que, a medida que Don Juan le cuenta su historia, se adentra en su particular y maravilloso mundo.
La pasión del amor de Don Juan, la pasión que nunca llega a satisfacerse, que siempre pide nuevos estímulos; la insaciabilidad, porque nunca tengo suficiente. Don Juan está dispuesto a saltarse cualquier ley o desafiar cualquier poder por tal de seguir su carrera inacabable. Para recordar, ese momento en que se nos muestra una foto de Brando, joven, con su padre.
Una película agradable de ver para todos aquellos que creen en la fantasía y la imaginación como estrategias humanas para enriquecer nuestra limitada percepción de la realidad y, porque no, en una pasión terriblemente contagiosa.
Melón Blando
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
15 de marzo de 2008
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia realizada por Michael Caton-Jones en 1991 que se puede interpretar como la versión hollywoodiense de la serie de TV de culto, "Doctor en Alaska". En ésta, un doctor neoyorkino de ascendencia judía llega muy a pesar suyo a un recóndito pueblecito de Alaska llamado Cicely; mientras que en el film, un doctor candidato a cirujano plástico en Los Angeles, interpretado por Michael J. Fox, se ve forzado a ejercer de médico de cabecera en un pueblecito sureño llamado Grady.

La película se sustenta por esta oposición entre el modo de vida rural, supuestamente sencillo y esencial, y el modo de vida urbano, representado por la ciudad de Los Angeles y aparentemente superficial y vacío de contenido moral. Así, es frecuente la caricaturización de los habitantes de Grady como gentes catetas o de carácter terco, pero afables y de buen corazón.

La moralina está presente a lo largo del film, pero se observa un (sutil) intento por desviarse de la dirección machaconamente obvia de cierta comedia norteamericana. Aquí sabemos cómo acabará todo, pero parece que nos resistamos a creer en el final "made in Hollywood". Aparte: El film nos brinda la presencia de Bridget Fonda, actriz heredera de una familia con gran tradición en Hollywood. No en vano, Bridget es hija de Peter, sobrina de Jane y nieta de Henry Fonda.
Melón Blando
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
3 de junio de 2006
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con motivo de la Palma de Oro obtenida en el pasado Festival de Cannes por Ken Loach, con "The Wind that Shakes the Barley", valga escribir unas pocas palabras acerca de su obra y a propósito de "Ladybird, Ladybird".
Ken Loach es un tipo de director cuyos films me he resistido a ver hasta ahora. Con Bertrand Tavernier me ocurre un poco lo mismo. No con los hermanos Dardenne, por ejemplo. El cine de Ken Loach -y "Ladybird, Ladybird" es una muestra de ello- es catalogado como cine de denuncia social, con un compromiso firme con su realidad más cercana ("Ladybird, Ladybird"), o más lejana ("La canción de Carla"). Incluso hasta el punto de catalogarlo por parte de algunos como productor de panfletos por y para la causa obrera.
"Ladybird, Ladybird" me parece que surge, primero, de la firme convicción de Ken Loach en lo que cuenta (la realidad de Maggie y Jorge en la película) lo que dudo se pueda poner en tela de juicio. Su director cree firmemente en la historia porque, entre otras cosas, es una historia creíble basada en un hecho real. No por ser terreno de ficción pasa a ser menos creíble. La interpretación de los dos actores (Crissy Rock y Vladimir Vega) ayuda y mucho en esa dirección. Luego está la intención del director, creo, en conseguir que el espectador se identifique con tales personajes y que se indigne junto a ellos contra los ejecutores del control social ejercido por el Estado. Yo mismo me sorprendí insultando a los trabajadores sociales que aparecen en la película (soy diplomado en trabajo social) incluso antes que lo hicieran Maggie o Jorge mismos.
Si la intención de Ken Loach era hacer surgir tal efecto en el espectador, en mi caso lo logró. Se llama empatía. Ahora bien, ¿se le puede llamar Cine con mayúsculas a "Ladybird, Ladybird"? El jurado presidido por Wong Kar-Wai en Cannes bien lo consideró en el caso de "The Wind that Shakes the Barley". A mi modo de ver, que este señor llamado Ken Loach siga haciendo películas como "Ladybird, Ladybird" y para muchos años. Puesto que no son fruto de las ideas azarosas y arbitrarias de un hombre testarudo, sino más bien de las observaciones solidarias -como tituló en su día Iciar Bollaín- de un hombre testarudo.
Melón Blando
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow