Una película que entre pequeños toques de humor nos recuerda que en la vida hay que luchar por lo que uno verdaderamente quiere y desea si realmente quiere ser feliz. Aunque como en la vida real ese tipo de decisiones a veces no son tan fáciles de tomar como aparentan ser, pues hay muchos perjuicios y factores que nos frenan, haciendo de nuestras vidas lo que los demás quieren. ¿Vivir nuestra vida o la de otros?
Excelente canción principal "Et si tu n'existais pas" de Joe Dassin y aún más excelente interpretación de su actriz principal Michèle Laroque, para mi todo un descubrimiento.

Lo que más me ha gustado de esta película es sin duda el mensaje que nos manda: "Nunca es tarde".
En la vida podemos llevar dos tipos de vida, la que se supone que debemos llevar y la que realmente queremos. Si escogemos la primera, muy probablemente llegaremos a un punto en nuestras vidas en la que miremos hacia atrás con melancolía y lloraremos por lo que pudimos ser y no fuimos, y quizá pensemos que todo fué un error.
En esta película nos encontramos con dos personas que han llegado a ese punto, y que el destino o como lo querais llamar, los ha unido en una casa solitaria en medio de la nada en una playa preciosa. (Es una peli...por supuesto que el escenario tiene que ser expectacular...:P)
Es sorprendente, o quizás no lo es tanto si lo pensamos bien, cómo en alguna ocasión nos encontramos por casualidad con un extraño en unas determinadas circunstancias y nos abrimos más a él que a cualquiera de nuestra gente más cercana. Y es él, quién realmente nos acaba conociendo más que nadie. En esta película pasa algo así, y ambos deciden luchar juntos por lo que realmente quieren porque señores, vida solo hay una, y hay que vivir lo que uno desea vivir, o por lo menos intentarlo, para no arrepentirnos nunca de lo que no hicimos.
A pesar de que me gustan bastante estos dos actores, y la pareja que hacen, no la carecterizaría como una relación pasional, ya que no veo saltar chispas entre ambos, sino más bien amistosa, casual, tierna, y bañada con una pizca de ilusión. Esa ilusión de adolescente por el nuevo amor.

Normalmente me gustan las películas de Isabel Coixet, por lo que procuro seguirla en lo que hace. En este película no sé que ha pasado, aunque sí guarda su estilo, no me ha llegado la historia, a pesar de tener una buena base.
Creo que el problema está en el reparto, y es que aunque a mi ver no han sido malas las interpretaciones de Penélope Cruz (Consuela) (reconozco su trabajo y la verdad es que se aproxima bastante al estilo de Isabel aunque en vano, su imagen no me deja ver más allá) y Ben Kingsley (David) (sobretodo hablo por él, excelente interpretación) me temo que no le ha favorecido a Isabel Coixet la aparición de Penélope Cruz en una de sus películas, y eso me provoca esta sensación extraña que no me permite disfrutar de la película.

Esta película la descubrí hace mucho tiempo, pero es de esas películas que me gusta volver a ver al cabo del tiempo por varios motivos. Por un lado, por esas fantásticas reflexiones y conversaciones que desarrollan sus personajes durante toda la película...No tienen desperdicio alguno. Y por otro lado, porque precisamente hay tres actores en esta película por los que siento debilidad y plena admiración: Federico Luppi, Cecilia Roth y Eusebio Poncela. Y sin duda, una vez más en esta película están espléndidos, sin palabras...

Una película para pasar un buen rato agradable, donde te ríes y presencias momentos entrañables de esos que sólo nos pueden dar las primeras citas.

Es una película sencilla aunque no te vas de vacío cuando la terminas de ver pues plantea cosas interesantes, como puede ser la chispa que se pierde en una relación larga. La ilusión que dan esas citas, el nerviosismo, las mariposas en el estómago, el sentirte estúpido...se pierde con el tiempo. Es cierto que se ganan otras cosas, pero muchas veces la rutina apaga por completo ese brillo inicial.
Sin duda esta película puede servir de motor de arranque para esa gente que se ha quedado dormida en los laureles y los impulse a buscar cositas que hagan saltar de nuevo esa chispa. Y a los que estamos solitos, regalarnos un buen rato y tomar nota.

Sólo una crítica, Adam Sandler, ¿pero es que no sabe hacer de otra cosa? siempre que veo una película suya me da la sensación de que hace del mismo tío en distintas situaciones. Tiene suerte de que el personaje que se ha montado me encanta y detro de su estúpidez lo encuentre adorable que sino lo detestaría.