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España España · Madrid
Voto de loganxxx:
10
Ciencia ficción. Thriller. Intriga. Acción Dom Cobb (DiCaprio) es un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy cotizado en el mundo del espionaje, pero también lo ha condenado a ser un fugitivo y, por consiguiente, a renunciar a llevar una vida normal. Su única oportunidad para cambiar de vida será hacer exactamente lo contrario de lo que ha hecho siempre: la ... [+]
7 de agosto de 2010
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta casi demasiado obvio que no hay un escenario más complejo que la mente humana. Nada de lo imaginado por nadie igualará nunca a la suma de todo aquello que se agazapa en nuestro pensamiento consciente y, sobre todo, en nuestro inconsciente, esa parcela inaccesible de nuestro cerebro donde descansan las ideas y los sentimientos básicos.

Solo la ciencia ficción (bendita sea) podía permitir y dar cabida a un espectáculo tan soberbio y alucinante como "Origen". Nolan se aferra visualmente a las pautas del cine de acción más clásico pero retuerce el escenario con maestría para proponernos no una misión al estilo James Bond, sino un viaje al interior del inconsciente de un ser humano para implantar una sencilla idea en lo más profundo de su psique.

Para ello, define una compleja mitología de especulación científica que describe los elementos que han de combinarse para llevar a cabo dicha incursión, que, como resulta lógico solo puede consumarse cuando la mente del objetivo se encuentra en su momento más vulnerable: el sueño.

El intrincado planteamiento de las bases, que el espectador trata de asimilar con rapidez para no perderse en la compleja trama, conduce a un viaje sin precedentes en la historia del cine, en el que Nolan retuerce la realidad, alarga el tempo narrativo cinematográfico, invierte las leyes de la física, da forma palpable a las ideas y desafía sin descanso nuestra inteligencia y nuestra capacidad de asimilación. Y mientras la acción más pura se dilata y se encoge en secuencias desacompasadas temporalmente desarrolladas en los diversos niveles del sueño, en las que los personajes se multiplican al atravesar capas de conciencia y viajar hacia lo más profundo de la mente, el espectador nota como se le eriza el vello al comprender no solo la forma, sino el objetivo del viaje: vincularnos a lo onírico para permitirnos descender a lo más profundo de nuestra mente, donde habitan la emociones más básicas: el miedo, la culpabilidad, el rencor...

La espectacular banda sonora de soberbio Hans Zimmer alimenta con maestría esté soberbio clímax para dejarnos petrificados, adheridos a la butaca del cine, obnubilados por la experiencia y con la mente trabajando a mil por hora, buscando la forma de encajar las piezas, de comprender cada concepto, cada símbolo, cada intrincada pista del retorcido laberinto construido por este genio del séptimo arte. No hay duda, acabamos de despertar de un sueño.

Una obra maestra absoluta.
loganxxx
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