Hay poco que añadir a cuantas criticas ya he leído, ésta es una película que veo al menos una vez al año desde su estreno. Tiene el poder de regenerarme por completo. Hace unos días la volví a ver con una amiga que no la conocía y siempre es divertido visionarla con alquien que lo hace por primera vez. Por eso aún la tengo fresca en la memoria.

Cada vez que la veo, me llama más la atención del personaje de Greg Kinnear que quizás sea el menos comentado de toda la familia. ¡Qué gran papel hace!. Hay varios momentos en la película en que cuando nadie sabe qué hacer o está a punto de rendirse, él toma el mando del timón e inicia la enésima locura en la que todos le siguen. Es más parecido al abuelo de lo que él cree y en realidad tiene madera de "ganador" aunque no en la manera que el soñaba o quería. Su personaje saca fuerzas de flaqueza en los momentos clave y aunque nunca se convierta en un gurú de la autoayuda, resulta una persona sólida y valiente. Greg Kinnear representa muy bien todo esto a veces sólo con la expresión facial y en esos súbitos impulsos que marcan la diferencia entre "ganar" o "perder". Me encanta.