Casi para todos los públicos.
Una película divertida, original, que destila un estilo propio y que sin asustar de menos ni ser ñoña de más consigue un excelente equilibrio entre película infantil, un mensaje bastante más profundo que puramente navideño (por favor, esto y Tim Allen son cosas completamente opuestas, seamos serios) y con una banda sonora de vértigo.
La animación, impecable.
La ambientación, increíble.
Y si algo me atrevo a decir, es que, a pesar de Danny Elfman, la versión en castellano es, para mi gusto, mejor a la original. La voz de Jack en este caso es mucho más dura y cargada de matices, siendo la de Danny demasiado dulce para lo que el personaje pide.

Para mí, una película que no debe faltar.