Este es el año de Matthew McConaughey (El inocente, Mud, Contact...) , un actor que ha pasado de hacer cine "basura" a rodar grandes películas y trabajar con directores de grandísimas prestaciones como Martin Scorsese (El lobo de Wall Street) y próximamente con Christopher Nolan en 'Interstellar (2014)'. Contando como protagonistas junto a Woody Harrelson en una de las mejores series de los últimos años, 'True Detective'. Además ofreciendo unas interpretaciones excelentes, y es que McConaughey se ha hecho actor. En esta película se mete en la piel del texano Ron Woodroof, un mujeriego y drogradicto que fue diagnosticado con el SIDA en 1986, un año en el que la cura de la enfermedad era primitiva y se utilizaban a "conejillos de india" para realizar pruebas con la única medicina que podría convatirla, el AZT. Wodroof descubre el oscuro estramado conspiratorio de todo el sistema sanitario y lucha contra los círculos gubernamentales para seguir viviendo. Descubriendo unos personajes carismáticos, encontrando empatía y complaciencia con ellos, dejando atrás sus creencias homófobas y aportando toda su energía en la batalla final de su vida.

Un esclarecedor y estimulante biopic, donde las interpretaciones de Matthew McConaughey y Jared Leto es lo más destacable de ella. Una historia real llevada al cine para atraer a todo tipo de público, contada de manera amena y escrita para verla con una sonrisa en la boca, pese al atroz tema que trata. Como todo buen biopic, la estructura argumental gira en torno al protagonista (McConaughey), donde su interpretación debe mucho al devenir de la película. En este caso, el actor de reparto, Jared Leto (Réquiem por un sueño, El señor de la guerra, El asesinato de John Lennon...), realiza una interpretación fantástica a la altura del principal. Ambos están caracterizados de manera magnífica, mostrando un trabajo físico y psíquico a la altura de los personajes. Dentro de las grandezas de la cinta, Woodroof y el enigmáticamente inocente Rayon son la joya de la corona. Un buen guión, una historia actractiva contada con sutileza y convincentemente. A pesar de contener un desarrollo mareante en algún punto concreto y un personaje autómata como el de Gardner, el interés por el inteligente paso a paso de Ron por su fascinante odisea médica. Dirigida con tenacidad y estilo, ofreciendo lo mejor de la historia para gusto del espectador donde se sentirá identificado por sus excelentes personajes la vericidad de la misma.