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España España · Valencia
Voto de Cineycine:
8
Ciencia ficción. Acción. Aventuras Veintidós años después de lo ocurrido en Jurassic Park, la isla Nublar ha sido transformada en un enorme parque temático, Jurassic Wold, con versiones «domesticadas» de algunos de los dinosaurios más conocidos. Cuando todo parece ir sobre ruedas y ser el negocio del siglo, un nuevo dinosaurio de especie desconocida, pues ha sido creado manipulando genéticamente su ADN, y que resulta ser mucho más inteligente de lo que se pensaba, se ... [+]
22 de junio de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustaría empezar esta crítica de 'Jurassic World' partiendo de una frase del personaje de Bryce Dallas Howard que representa a la perfección una interesante analogía entre el espectador de la sala de cine, y los personajes del universo ficticio de la película, y que viene a decir algo así como: “Los visitantes del parque ya no se sorprenden con nuestros dinosaurios. Los niños vienen aquí como si fueran al zoo a montar en elefantes”.

En efecto, nosotros, como espectadores, tampoco nos sorprendemos como antaño ni con los dinosaurios cinematográficos, ni con los efectos CGI –tan cotidianos hoy en día– que nos invaden desde que comenzaron a instaurarse en el cine gracias a cintas como ‘Terminator 2’ (James Cameron, 1991) o la propia ‘Parque jurásico’ (Steven Spielberg, 1993). Por lo tanto, la premisa argumental de la película, muy intencionada por parte de un Colin Trevorrow que es consciente de que el espectador siente exactamente lo mismo que los visitantes del parque, no es más que un modo de reconocer que una saga como ‘Jurassic Park’ se encuentra narrativamente muy limitada como para volver a asombrar a un público que ya lo ha visto absolutamente todo en la gran pantalla. De este modo, y a sabiendas de que no podrá ofrecer más de lo que Spielberg ya nos brindó hace más de veinte años, Trevorrow demuestra gran habilidad para explotar uno de los pocos recursos viables con los que poder entusiasmar al ya curtido espectador: volver a las verdaderas raíces de la franquicia, pero dando un valiente paso más allá y actualizándola a los tiempos que corren contemplando en pantalla el sueño de John Hammond hecho realidad.

Sin entrar en detalles, el realizador logra de forma muy eficaz entusiasmarnos con un complejo parque temático durante un primer acto de película dónde se nos presentarán los personajes de la historia. Esta vez sí, personajes serios –aunque nunca exentos de sutiles y controladas gotas de humor que vienen muy bien– e íntegros con inquietudes y motivaciones, asentando con todo ello unas ajustadas pero sólidas bases sobre las que se desarrollará la trama. Insisto, dentro de sus evidentes limitaciones narrativas. Luego, tenemos su vibrante segundo acto, haciendo hincapié en una serie de agresivas secuencias de acción que cortan la respiración y que se mueven dentro del modus operandi del cine espectáculo de nuestros tiempos; es decir, mediante un redundante uso del CGI –quizás más del que desearíamos–, pero con resultados más satisfactorios y realistas de los que personalmente me esperaba.

En resumen, estamos ante una secuela que muestra una deliciosa simbiosis entre lo moderno, y lo añejo, equilibrando a la perfección ambos conceptos a través de un producto tan sensible como vibrante y espectacular. Por tanto, y pese a su redundancia argumental, la película se puede considerar un triunfo y una de las superproducciones más interesantes del año. Además, la podemos situar perfectamente en el segundo puesto de las mejores de la serie a pesar de que Colin Trevorrow carece de la habilidad creativa que Spielberg demostró en la primera ‘Jurassic Park’.

-Lo mejor: La brillante puesta en escena y la espectacular dirección de un Colin Trevorrow que rinde un maravilloso tributo a la película original de 1993, pero imprimiendo un aire totalmente renovado a una franquicia que lo necesitaba urgentemente. Sus efectos especiales, resolutivos y conseguidos. El reparto, especialmente unos notables Bryce Dallas Howard, Chris Pratt, Ty Simpkins y Nick Robinson. Y el gran villano de la función: un Indominus Rex que se puede posicionar como uno de los mejores elementos de la franquicia y que no es más que una sátira sobre los peligros de jugar a ser Dios.

-Lo peor: Que en el fondo, se trate del mismo producto de siempre, sólo que cubierto con un envoltorio mucho más moderno, caro, bonito y espectacular. Porque el mayor problema de la saga 'Jurassic Park' es el poco margen de creatividad narrativa que ofrece.

-Más en: www.cineycine.com
Cineycine
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