Una excelente postulante al Oscar.
Brillantes las actuaciones de Stone y Gosling.
Una narración con ritmo y fuerza musical, una cálida historia de amor, contada con una nostalgia y ternura infinita.
El final de este dulce drama es tal vez previsible pero no por ello menos tremendo en su energía lírica e imágenes como no he disfrutado hace mucho. Y por último el tema de Mia y Sebastian termina apoderándose de nuestras emociones.
El creador de Whiplash, Chazelle, se supera a sí mismo, en este musical, brindando un homenaje al cine, a la maravillosa fábrica de sueños, al Hollywood de antaño. Como también lo fueron El Artista, Cinema Paradiso y otras mas. Pequeña joya que renueva nuestro amor por el séptimo arte.