Todo el mudo ha visto alguna vez una película o serie de zombies. El subproducto de ínfima calidad, salvo honrosas excepciones, campaba a sus anchas a finales de los 70 y en los 80. Afortunadamente, en los últimos años, se ha dignificado bastante el género con producciones de gran presupuesto, como “28 días”, “Soy leyenda”, o “Bienvenidos a Zombieland”, por poner algunos ejemplos.

Ahora aparece en televisión esta serie, que tiene un episodio piloto simplemente espectacular. Es cierto que el nivel baja un poco en algún capítulo siguiente, consecuencia lógica de toda trama que se alarga, pues no es fácil mantener el elevadísimo nivel, cosa que ocurre en otras grandes series cuando el producto funciona y los productores buscan sacar partido.
Es innegable su impactante poder visual y su capacidad de generar un clima de tensión. Por tanto, todo un espectáculo.

Yo simplemente puedo decir que la expectación levantada, está plenamente justificada, pues hacía tiempo que no seguía una serie con tanta atención (posiblemente desde “Hermanos de sangre”), a falta de ver las esperadas “The pacific”, “Boardwalk Empire” o “Spartacus”.