Con Scarlett Johansson , Luc Besson amplifica su versión comercial de película de acción, donde el verdadero protagonista es la originalidad y su estilo.

Desde el primer fotograma vemos a Scarlett algo desaliñada. Será por exigencias del guión o por exigencias de una estrella que últimamente no usa relleno. ¿Sufrirá esa neurosis de sex-simbol, que busca ser respetada por su trabajo y no por sus cualidades físicas?

Scarlett no es una gran actriz. Lo demuestra a la mínima exigencia de un rol protagonista basado en la inexpresividad. Los sentimientos son irracionales y un cerebro ultra desarrollado es racional, carente de sentimientos. Al igual que su pelo descuidado no le puede dar calidad interpretativa, tampoco puede esconder su magnetismo animal y su presencia escénica.

El cineasta francés bebe del Manga y el Anime, se respira cada plano. En "Lucy" nos ofrece un ritmo frenético con un equilibrio entre acción y filosofía tramposa, que funciona gracias a que su puesta en escena es poco pretenciosa y honesta.
Mención especial, a la nada gratuita mezcla de planos con secuencias de guepardos o erupciones volcánicas.Técnicamente me parecen innovadoras y coherentes. Contribuyen con profundidad, a la ya de por si, poco profunda historia.

El truco de "Lucy" es dejar claro que, las preguntas que nos podríamos hacer no caben, justificando que no podríamos entenderlas. Así la obra no es estúpida, los estúpidos seríamos nosotros y nuestro poco desarrollado cerebro.

Solo queda mirar y disfrutar. Sin perder el tiempo entre balas. Como perros ladrando a los fuegos artificiales, buscando algo que la ciencia-ficción jamas nos podrá dar, respuestas.