En su canción-revelación Ariana Grande nos cantaba "Tengo un chico malo / portándose mal". Un poco eso es 'Kika', hecha tras la trilogía dorada que va de la comedia a el drama ferozmente gracioso, de Mujeres a Tacones: Kika sigue un poco esa línea, con nuevos retornos, historias de amor, melodrama latino y pasión militante por Chavela Vargas.

Almodóvar, no obstante, es traicionado por sus instintos: una larga violación de la protagonista demuestra que el chico malo se enamora, con demasiada frecuencia, de sus travesuras y Verónica Forqué hace perder pathos a sus habituales heroínas ingenuas.

Peter Coyote está literalmente extraviado y Victoria Abril, vestida de lela, está fabulosa; la película es una distopía que transcurre en un mundo inquietantemente parecido al de la España de los post-dos miles: sensacionalista, mediático y lleno de sombras de naftalina.