No, no pienso extenderme, porque no creo que haga falta.

De hecho, ni siquiera pensaba haber hecho esta crítica(ni ver esta película), pero si he dedicado tiempo al pestiño "HANSEL Y GRETEL, CAZADORES DE BRUJAS" debo ser justo y hablar de la que nos ocupa.

Empiezo diciendo que si la comparamos con la citada (en que Hansel es diabético), ésta es una película de Oscar. Pero sólo si la comparamos con esa.

Como la ha definido muy bien mi amigo Rubén:"Es una peli de sábado por la tarde, tirado en el sofá e hinchándote de palomitas". Ni más, ni menos. Es entretenida, ingenua, insulsa pero no vergonzante.
A pesar de todo lo escrito y lo que voy a escribir, aclaro que mis expectativas eran tan sumamente bajas, que me ha sorprendido gratamente, y que no me arrepiento de haberla visto

300 millones de dólares que no se ven por ningún sitio:
-Visualmente: gráficos digitales baratos. Diseño de producción malo y trasnochado. Dirección de fotografía plana y sin ningún estilo. Vestuario de plastiquete. Decorados de cartón piedra. Animación 3D anticuada y sin vida. TODO SUENA A ALGO YA VISTO Y SUPERADO.

-Interpretativamente: por salvar, salvaría al protagonista, Nicholas Hoult, que cumple si más. Ni Ewan McGregor , ni Ian McShane , ni Stanley Tucci , ni mucho menos Eleanor Tomlinson , consiguen insuflar un poco de vida a sus personajes. Por no hablar de los gigantes generados en 3D, que parecen guiñoles sobredimensionados. ¿culpa de los actores? seguramente no: Brian Singer ya ha demostrado en demasiadas ocasiones su capacidad para desaprovechar estupendos repartos.

-Narrativamente: A pesar de que el argumento (para mi sorpresa) respeta bastante el espíritu del cuento original, su guión torpe y una dirección aún más torpe, acaban por hacer que la película se desinfle, resulte larga (e incluso llegue a aburrir en algún momento) y que en todo su tercer acto pierdas el escaso interés que había generado sobre todo en el primero. Un exceso de fuegos de artificio en su tramo final, pero fabricados con pólvora mojada, hacen que no pares de removerte en la butaca y que deses que la película acabe ya de una vez (que por supuesto acaba y transcurre como te imaginas). Todo es previsible; no hay hueco para la sorpresa.

Quizás un director con menos ego y más arte y artesanía, hubiera salvado la película. Dejándola en su duración y su dimensión justas, y dándole un tono coherente y un poco de vida propia y personalidad.

Pero BRIAN SINGER, hace mucho que no nos ofrece más que grandes entretenimientos vacíos, que poco dejan vislumbrar de aquel supuesto "enfant terrible" de hollywood que nos regaló: SOSPECHOSOS HABITUALES, nos dió esperanzas con X MEN (incluso con la mediocre VERANO DE CORRUPCIÓN) , y nos las arrebató del todo con SUPERMAN RETURNS.

Ahora sólo queda rezar para que paren de una vez de destrozar los cuentos clásicos, o que se los dejen quien sepa qué hacer con ellos. Para hacer mamarrachadas, que se inspiren en Belén Esteban, que esa sí que tiene cuento.