A pesar de que las críticas eran variables, y de que no era la película que queríamos ver…disfrutamos esta película como enanas y nos reimos desde el minuto uno.
Es una película ingeniosa, sencilla, sin grandes ambiciones, sólo pretende contar una historia real, mostrar las diferencias y romper estereotipos, demostrar como, si miramos un poco más allá de la fachada, seremos capaces de encontrar gente maravillosa.
Creo que, aunque habla de algo muy específico de Francia, cada país tiene zonas donde se puede aplicar esto, todos tenemos estereotipos sobre determinadas zonas de España, o más sencillo aún, estereotipos ciudad- pueblo, que si no nos atrevemos a ahondar, nos perderemos muchas cosas.
Destacable es, como, incluso, él tiene miedo de reconocer que vive a gusto y está feliz entre esa gente y destornillante el show que montan para confirmar el megaestereotipo, para no decepcionar a los demás.
Personajes maravillosamente construidos, sin grandes recovecos, simplemente, seres humanos, gente normal.
Me reí desde el minuto uno, sin miedo, sin complejos, riéndome de todo, incluso de mi misma, ¡que nunca hace daño!