No hay nada peor que quedarse en medio. No estoy abogando por el extremismo, qué va, no hay cosa que me horrorice más. Es sólo que, puestos a hacer una cosa, prefiero hacerla bien, puestos a hacer gracia, hay que ser graciosos, puestos a ser feos, hay que ser el más feo.

"Shoot'Em Up" es una comedia de acción girada o una película de acción que prescinde de convenciones. Toma elementos imprescindibles del cine de acción (la espectacularidad, el ritmo, las secuencias de acción inverosímiles) y las lleva un paso más allá, forzando los límites del género. Todo es exceso, todo está pensado para no parecerse a nada que se haya hecho antes, y ahí radica su mayor acierto.

El resultado es una película que parece compuesta en su totalidad de escenas descartadas para el comienzo de una peli de James Bond (lo mejor de las pelis de 007 sucede siempre antes de los títulos de crédito), que no se toma a si misma en serio y bien que hace.

La película es entretenida a más no poder, elevando el número de veces que el espectador dice "¡anda ya!" a las dos cifras y sólo chirría o se hace inverosímil en exceso en tres ocasiones (nadie es perfecto). Eso, junto a la interpretación de un cada vez más acertado Clive Owen, un Giamatti que lo mismo sirve para un roto que para "American Splendor" y una Bellucci planita, planita (no pun intended) hace que se nos vaya hora y media volando con una sonrisa en la cara.

Puestos a hacer una peli de tiros, metamos más tiros que nadie.