Si todavía no hemos conseguido separar totalmente el concepto de película de dibujos con películas para niños, en el año 2000 la cosa era todavía más difícil. Se pueden catalogar casi de visionarios a Don Bluth y Gary Goldman, que se atrevieron con una película de ciencia ficción con un argumento que ya lo quisieran para sí la mayoría de películas sobre el espacio que pululan sin alma ni sentido.

El principio ya es un golpe directo con la destrucción de la Tierra. A la historia no le tiembla el pulso para cargársela en menos de diez minutos de película. La búsqueda de Titan, una especie de Arca de Noé con todos los elementos genéticos necesarios para crear una nueva Tierra, se convierte entonces en el principal enemigo tanto de villanos como de los propios humanos supervivientes que viven exiliados y marginados por toda la galaxia.

Titan A.E. me recordó mucho a Rock n Rule. No sé muy bien la razón. Por supuesto, en música no es ni comparable, ya que Titan A.E. está plaga de un punk rock americano para adolescentes que le hce más mal que bien. También me recordó al Broken Sword con el protagonista rubiete y la compañera con sus dos mechoncetes, pero eso ya es una apreciación bastante más sin sentido.

La animación es muy buena. Estamos en esos años donde la transición entre la animación que se llamaba "por ordenador" y la clásica convivían. Titan A.E. es ejemplo de ello, juntando ambas tecnologías. No puedo culpar a los responsables porque era demasiado tentador, pero los momentos en los que convivían en la película ambas animaciones eran los peores. Cuando se decantaba por lo digital únicamente, bastante bien, al igual que al optar sólo por la animación clásica. El diseño de los Drej pudo ser mejor. Su animación también, ya que se ve algo tosca y fuera de lugar en ocasiones. Digamos que el papel del antagonista como tal no es lo mejor de la película.

Una película de animación para un público más adulto, y desde luego un gran ejemplo de ciencia ficción pura y dura. No hay que dejarla escapar en absoluto.