Las películas que salen de los cortos no suelen acabar bien. Sin haber visto el corto estoy convencido de que hubiera disfrutado más todo lo que ocurre. Número 9 es una película sin alma ninguna, que se ve sin ningún tipo de emoción y que no tiene nada más allá de su aspecto visual. Incluso más de su aspecto visual, habría que decir con el diseño de las criaturas que aparecen en pantalla.

Da todo el rato la sensación de ser un corto alargado. Un corto donde todo lo interesante ocurre en segundos y todo lo demás es pura aventura sin ningún tipo de atractivo. Es para que nos entendamos como si viéramos a Indiana Jones durante horas y horas saltar entre trampas y se nos diera una explicación de unos diez minutos al respecto.

Shane Acker no debió salir de su corto y debió dejar las buenas ideas en él, y hablo sin haberlo visto. Es como si intentaras repartir un chicle entre un montón de gente y para ello tuvieras que estirarlo mucho, acabando por perder todo su sabor.