Vi este emblemático film de William Friedkin (director de la obra maestra "EL EXORCISTA") con muchas ganas debido a la gran fama que tenía y me sentí profundamente decepcionado. Y es que salvo las escenas subiditas de tono que la inundan, lo que debió de ser escandaloso para su época, no le he encontrado nada de interés. La trama es floja, pero floja, floja, floja. En ningún momento llega a atraparte esta patética investigación policial por lo que la película de deshincha como un globo. Al Pacino no es que esté mal, pero debido a su papel tan simplón, poco se luce. Los secundarios en su mayoría, son horrorosos y el film tiene momentos verdadera vergüenza ajena (ver al poli negro en calzoncillos pegándole a Al Pacino en la comisaria, ¿eso a cuento de qué?). En fin, un film que debió de llamar muchas la atención en su época, por lo polémico que debió de resultar, pero que a mí me pareció un truñazo aburrido y falto de interés. ¡Qué pena que Friedkin pusiese el listón tan alto con "EL EXORCISTA" que nunca volvería a igualarlo!