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Voto de Maldito Bastardo:
6
6,9
90.519
Thriller. Drama
Mientras reparan un satélite fuera de su nave, dos astronautas sufren un grave accidente y quedan flotando en el espacio. Son la doctora Ryan Stone, una brillante ingeniera que realiza su primera misión espacial, y el veterano astronauta Matt Kowalsky. La misión exterior parecía rutinaria, pero una lluvia de basura espacial les alcanza y se produce el desastre: el satélite y parte de la nave quedan destrozados, dejando a Ryan y Matt ... [+]
7 de octubre de 2013
311 de 472 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine (comercial) necesita cada año su hype y en 2013 le ha tocado a “Gravity” con un público y crítica que da la impresión de haber dictado sentencia: la obra de Alfonso Cuarón es la película (acontecimiento) del año… estés en el planeta Tierra, en la Estación Espacial Internacional o en Marte… Ante todo, sinceridad: me ha gustado “Gravity” pero seguiré prefiriendo a las más certera y redonda “Hijos de los hombres” como mejor obra de Cuarón. ¿Estamos ante la “Avatar” con la que soñaban los gafapastas? Es normal tanta masturbación colectiva: un espectacular 3D, que ha provocado que el biógrafo de James Cameron tenga que redactar un anexo de 40 páginas plagadas de ‘erection’ y ‘cum-shot’, un uso soberbio del ritmo, una perfecta conjunción del vértigo cinematográfico con efectos visuales de último y futuro alcance y una banda sonora que ejerce de propia gravedad atmosférica. Como cinta de entretenimiento, “Gravity” es perfecta y redonda, pero toda película amparada en dicha etiqueta debe contar una historia y Cuarón ha confeccionado un libreto insultantemente simple. Sí, es una de las películas más simples y previsibles —con premeditada concepción autoral y artística— que he podido ver en toda mi bastarda vida. No ha ninguna doblez ni lectura grafíticamente en la experiencia fílmica más allá de la germinación y renacer de esa antiheroína condenada a superar su conflicto para poder avanzar y prevalecer sobre su pasado y abismo existencial. Nada nuevo. La alegoría visual es tan evidente y nos lo han contando tantas otras vez (incluso mejor narrado) que la funcionalidad dramática, en esta ocasión, parece más una máscara y justificación de su concepción visual.
Me gustan esas reformulaciones sobre el mítico «Houston, tenemos un problema», pasando al «Houston, tengo un mal presentimiento acerca de esta misión» y que Ed Harris ponga la voz al control de misión habiendo sido Gene Kranz en “Apolo 13” tiene su aquel (y su aquello). Otra cuestión es que la película, pese a su efectiva simpleza, se caiga argumentalmente a pedazos. El astronauta Michael Massimino, al que hemos visto en “The Big Bang Theory”, ha hundido la base argumental del thriller dramático sobre astronautas varados con su experiencia y, sobre todos, datos. Por ese motivo prefiero pasar a continuación al SPOILER.
Me gustan esas reformulaciones sobre el mítico «Houston, tenemos un problema», pasando al «Houston, tengo un mal presentimiento acerca de esta misión» y que Ed Harris ponga la voz al control de misión habiendo sido Gene Kranz en “Apolo 13” tiene su aquel (y su aquello). Otra cuestión es que la película, pese a su efectiva simpleza, se caiga argumentalmente a pedazos. El astronauta Michael Massimino, al que hemos visto en “The Big Bang Theory”, ha hundido la base argumental del thriller dramático sobre astronautas varados con su experiencia y, sobre todos, datos. Por ese motivo prefiero pasar a continuación al SPOILER.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Para empezar, la culpa la tienen los rusos pero ¡tienen vodka! Así que perdonados… En realidad (y al final) China realmente es la salvación de EEUU. ¿Ése era el mensaje? Porque espero que tengan algo más una película que nos han vendido como una obra maestra y con un personaje de tiralíneas. La Dra. Stone está muy-muy-traumatizada… No ha rezado en su vida y dejó de tener una razón para vivir desde que su pequeña hija murió de la forma más idiota: se tropezó en el patio del colegio con la silla de “Million Dollar Baby”. La vida de Stone es precisamente —y haciendo honor a su nombre— una piedra en un vasto, infinito y oscuro universo que la rodea.
Con la llegada de una metralla asesina originada por una reacción en cadena el transbordador espacial Explorer quedará destruido y Stone y Kowalsky decidirán ir a la ISS antes de que pasen esos 90 minutos en los que el campo de escombros asesinos de la muerte complete de nuevo su órbita. Realmente es el gran fallo de la película que ha indicado Massimino: el Hubble y la estación espacial están en órbitas tan alejadas que ni siquiera una lanzadera espacial tiene combustible suficiente para la maniobra. De acuerdo, la película ha sido definida por el propio Cuarón como «una obra de ficción» y habita la manipulación para hallar la emoción. Ojo, que yo me creo y compro el argumento, el tecnicismo no es mi problema… sino la profundidad del conjunto…
…Porque llegamos a la conclusión y al parto tras 90 minutos de embarazo en ese líquido amniótico material en un lago y vagina en forma de cabina espacial… La criatura renacida ha llegado a la ‘tierra’, pisa el barro cual una neo-Eva sin bebé espacial por medio y nos recuerda el efecto de la gravedad terrestre como bienvenida a su renacimiento. La película se llama “Gravity” y al final la protagonista sufre los efectos de la gravedad. NO lo he entendido, soy tonto. O sea, la película se llama “Gravity” y al final la protagonista sufre los efectos de la gravedad. MI-NO-ENTENDER… Se me ha quedado la misma cara que la protagonista mirando los paneles chinos y rusos (pese a que los mensajes de alerta sean en inglés)… ¿Y ya está?
Después de ese contrapicado final, que parece un homenaje “El ataque de la mujer de 50 pies” para que la Bullock luzca su entrenamiento físico después de seis meses, llegan las dudas para poner a prueba si hay algo que rascar en todo el asunto. Mis teorías son las siguientes:
—Todo formaba parte de la precuela de “Los viajes de Gulliver”.
—La Bullock según camine por la orilla verá las ruinas de la Estatua de la Libertad antes de hincar las rodillas y gritar ¡HIJOS DE FRUTA!
—Salen del lago Jocántaro, Jason Voorhees y un ejército de pirañas (en 3D) para meter de nuevo a remojo a la Bullock y escupir a la orilla su esqueleto y un buen puñado de Oscars.
—De la cabina espacial sale también a nado el tigre de “La vida de Pi” que camina por la playa y luce su culo esmirriao' antes de perderse por un matorral.
—Aparece en la orilla Damon Lindelof, que indica a la Bullock que también ha reescrito el final de su película (para destrozarlo) y las explicaciones llegarán en una secuela que por supuesto no escribirá. “Gravity 2”, en sus mejores salas en 2016.
—Simplemente es lo que es… Una película de entretenimiento estupenda sin aristas ni profundidad más allá del pasatiempo. No habita nada conceptual, controvertido ni realmente metafísico que la engrandezca. No es la nueva “2001: Una odisea del espacio” por mucho crítico y académico que quiera resarcirse del vacío espacial al que fue sometida en su momento la obra maestra de Kubrick. No hay ninguna lectura más allá de una aventura gráfica de un parque de atracciones, magistralmente dirigida y con hallazgos visuales en la ‘caja a de luz’ de Emmanuel Lubezki, en “Gravity”. Es ley, es gravedad, es cine comercial. Perdón, es la película que dignifica al cine comercial… ¿Y el resto? Se cae por su propio peso… aunque, ¿no era lógico con ese título?
Con la llegada de una metralla asesina originada por una reacción en cadena el transbordador espacial Explorer quedará destruido y Stone y Kowalsky decidirán ir a la ISS antes de que pasen esos 90 minutos en los que el campo de escombros asesinos de la muerte complete de nuevo su órbita. Realmente es el gran fallo de la película que ha indicado Massimino: el Hubble y la estación espacial están en órbitas tan alejadas que ni siquiera una lanzadera espacial tiene combustible suficiente para la maniobra. De acuerdo, la película ha sido definida por el propio Cuarón como «una obra de ficción» y habita la manipulación para hallar la emoción. Ojo, que yo me creo y compro el argumento, el tecnicismo no es mi problema… sino la profundidad del conjunto…
…Porque llegamos a la conclusión y al parto tras 90 minutos de embarazo en ese líquido amniótico material en un lago y vagina en forma de cabina espacial… La criatura renacida ha llegado a la ‘tierra’, pisa el barro cual una neo-Eva sin bebé espacial por medio y nos recuerda el efecto de la gravedad terrestre como bienvenida a su renacimiento. La película se llama “Gravity” y al final la protagonista sufre los efectos de la gravedad. NO lo he entendido, soy tonto. O sea, la película se llama “Gravity” y al final la protagonista sufre los efectos de la gravedad. MI-NO-ENTENDER… Se me ha quedado la misma cara que la protagonista mirando los paneles chinos y rusos (pese a que los mensajes de alerta sean en inglés)… ¿Y ya está?
Después de ese contrapicado final, que parece un homenaje “El ataque de la mujer de 50 pies” para que la Bullock luzca su entrenamiento físico después de seis meses, llegan las dudas para poner a prueba si hay algo que rascar en todo el asunto. Mis teorías son las siguientes:
—Todo formaba parte de la precuela de “Los viajes de Gulliver”.
—La Bullock según camine por la orilla verá las ruinas de la Estatua de la Libertad antes de hincar las rodillas y gritar ¡HIJOS DE FRUTA!
—Salen del lago Jocántaro, Jason Voorhees y un ejército de pirañas (en 3D) para meter de nuevo a remojo a la Bullock y escupir a la orilla su esqueleto y un buen puñado de Oscars.
—De la cabina espacial sale también a nado el tigre de “La vida de Pi” que camina por la playa y luce su culo esmirriao' antes de perderse por un matorral.
—Aparece en la orilla Damon Lindelof, que indica a la Bullock que también ha reescrito el final de su película (para destrozarlo) y las explicaciones llegarán en una secuela que por supuesto no escribirá. “Gravity 2”, en sus mejores salas en 2016.
—Simplemente es lo que es… Una película de entretenimiento estupenda sin aristas ni profundidad más allá del pasatiempo. No habita nada conceptual, controvertido ni realmente metafísico que la engrandezca. No es la nueva “2001: Una odisea del espacio” por mucho crítico y académico que quiera resarcirse del vacío espacial al que fue sometida en su momento la obra maestra de Kubrick. No hay ninguna lectura más allá de una aventura gráfica de un parque de atracciones, magistralmente dirigida y con hallazgos visuales en la ‘caja a de luz’ de Emmanuel Lubezki, en “Gravity”. Es ley, es gravedad, es cine comercial. Perdón, es la película que dignifica al cine comercial… ¿Y el resto? Se cae por su propio peso… aunque, ¿no era lógico con ese título?