Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Archilupo:
7
Romance. Drama En una ciudad provinciana, Mario, un mediocre oficinista que vive en una modesta pensión, conoce una noche a la joven Natalia, en cuyo rostro se refleja un profunda tristeza. Le da conversación para animarla y ella le explica cómo cambió su anodina vida cuando conoció a un apuesto forastero del que se enamoró y cómo cada noche su regreso. Durante cuatro noches mágicas, Mario, enamorado de Natalia, alberga la esperanza de sustituir en su ... [+]
13 de junio de 2009
55 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Un par de datos del contexto de esta película influyeron esencialmente en su carácter:

-Mastroianni participaba en la cooperativa creada para la producción. La cinta debía impulsar la carrera del actor, hasta entonces reducida a intervenciones secundarias en tono cómico.
-La crítica imperante apoyaba el enfoque neorrealista y condicionaba el clima intelectual en que se concebían las películas. Ésta, que se aparta de la denuncia social y se orienta al melodrama, fue recibida con dureza e incomprensión. Se llegó a sentenciar que Visconti “había dejado de ser un cineasta serio”.

2) Subordinar “Las noches blancas” al lucimiento del actor la afecta negativamente: aunque el argumento esté italianizado, el personaje sigue siendo un soñador, dado a vivir en mundos aparte, febril e introvertido, tan dostoievskiano, y así se autorretrata en los diálogos. Pero Mastroianni es actor expresivo donde los haya. Su rostro está en continuo movimiento hiperactivo. No puede evitar sacar a relucir su repertorio de caras y visajes, además de la locuacidad y desenvoltura de galán latino, que lo último que parece es tímido.
María Schell, bella y fotografiada con iluminación muy clara en los planos cortos, es actriz limitada. Otorga a la desesperada Natalia una ingenuidad excesiva, reiterando sobrantes sonrisas cándidas.

3) Visconti dirigía más montajes teatrales que películas, y ese talento de experto escenógrafo era su fuerte. Lo mejor de “Las noches blancas” se debe al equipo formado por Giuseppe Rotunno, Mario Chiari y Nino Rota (responsables de fotografía, escenarios y música), regido con exquisito sentido artesano por quien decía del cine, el teatro y la ópera “que se trata siempre del mismo trabajo, a pesar de la enorme diversidad de los medios empleados”.
La película fue rodada toda en Cinecittà, en extraordinarios decorados que reproducen el barrio portuario de Livorno, con canales sombríos, callejones míseros, pasarelas frágiles y tabernas patibularias pobladas de putas tristes y reyertas.
La concesión al neorrealismo fue inútil pero el provecho visual y la atmósfera melodramática son en cambio excelentes, sin duda el principal valor del film.

4) La novela de Dostoievski, que exalta el amor ideal a través de un personaje emparentado con Mishkin, el noble Príncipe Idiota, místico e iluso, tuvo dos adaptaciones a la pantalla: ésta de Visconti y “Cuatro noches de un soñador”, de Bresson.
Ambas permiten confrontar dos concepciones opuestas del séptimo arte: por una parte, el ‘cinematógrafo’ bressoniano, ceñido a los recursos autónomos (imagen y sonido conjugados para generar una idea en la mente del espectador), y por otra lo que el francés llamaba “teatro filmado”, del que Visconti es representante muy digno, sobre todo en esta ocasión.

(7,5)
Archilupo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow