Para comprender esta película es importante adquirir primero unas nociones básicas del psicoanálisis de Carl Gustav Jung. Bergman comenzó a escribir el guión cuando estaba hospitalizado en un hospital psiquiátrico, y se ha dejado inspirar por los conceptos de Carl Gustav Jung dentro del psicoanálisis: Persona, Alma y Sombra.

"Persona" es la máscara que nos ponemos para comunicar con el exterior, es nuestra personalidad visible para otros, que depende del entorno en el que nos encontramos. Así, como ejemplo, en ocasiones podemos ser duros, y en otras blandos y sensibles, dependiendo de lo que requiera la situación. "Persona" es extrovertida y comunica con los demás, es la personalidad que mostramos al exterior, lo que dejamos ver. Persona está a nivel consciente. Si carecemos de una "Persona" adecuada para un cierto entorno nos sentimos fuera de lugar, incómodos, expuestos, no disponemos de la máscara con la cual actuar en ese entorno. En esta película el personaje de Alma hace de "Persona".

Detrás de la "Persona" está, a nivel inconsciente, la "Sombra". La Sombra es la parte de nosotros que no enseñamos al exterior, la parte que ocultamos y que ni siquiera nosotros conocemos bien. La Sombra nos dificulta poder responder con facilidad a la pregunta "¿Quién soy yo?", a la cual respondemos describiendo nuestra personalidad exterior (Persona) que mas se adapta al entorno donde se hace esa pregunta. Elisabeth representa en esta película a la Sombra. La Sombra es introvertida, tal como se muestra en la película.

"Alma" (Ánima) es el arquetipo que comunica entre lo consciente y lo subconsciente, entre Persona y Sombra. El personaje de Alma, además de ser "Persona" también actúa como Alma/Ánima.

Cuando la personalidad que mostramos al exterior (Persona) se distancia demasiado de nuestra personalidad interior oculta (la Sombra) esto genera un conflicto interior. La película escenifica ese conflicto, que requiere que Persona y Sombra vuelvan a ser una. Como dice la doctora en la película: "físicamente está bien" (pero no por dentro).

Desde este punto de vista la película, y todos los diálogos y monólogos, requieren sentido, el silencio de Elisabeth (la Sombra), que actúa cuando hace falta pero siempre desde un segundo plano a través de Alma (Persona), la expresividad (y superficialidad) de Alma (Persona) y la comunicación de esta como Ánima con la siempre callada e impenetrable Sombra/Elisabeth.