Muchas de vosotras defendéis a ultranza eso que se llama comedia romántica e incluso os atrevéis a decir que el género masculino no sabe apreciar toda su grandeza.

Es cierto. Siempre he querido ser un gran seductor y he aprendido de esta obra que la mejor arma es un fajo de billetes.
Es como los que por ejemplo, a los africanos les llaman extranjeros de mierda y a los alemanes forrados les llaman simpáticos guiris. Richard dicen que es un seductor. El que hace lo mismo con mucho menos dinero le llaman putero.

Ya ni me molesto en comentar un argumento básico y previsible acompañado de unas actuaciones que son penosas.

Y queridas feministas. Siempre admitiré la falta de sensibilidad para apreciar esta basura que comparado con "Cenicienta" solo tiene en común el polvo.