Fantástico documental en amparo de los derechos morales de los cineastas, en especial para los directores y creadores de sus obras. La cinta nos desvela como las productoras son capaces de adulterar las obras de los artitas (sus propias películas) y juguetear a su antojo con dichas cintas.
El documental nos desvela los tipos de formatos en los que se puede proyectar una película en el cine al igual que en la pequeña pantalla y las consecuencias que ello conlleva. También nos expone los resultados negativos que puede implicar el mundo de la publicidad entre o durante la exhibición de cualquier celuloide dañando gravemente al espectador, que en consecuencia en ese momento puede estar percibiendo una serie de sentimientos que busca el propio director o creador de la obra y son cortados de raíz, simplemente para obtener un beneficio económico mediante el anuncio, reclamo o divulgación publicitaria.

Nos exponen las consecuencias del doblaje de sus obras, dejando de lado las versiones originales y manipulando incluso en muchos lances la originalidad cien por cien del contenido audiovisual.
Un sin fin de sugestivas y atractivas exposiciones de lo que le suceden a las obras cinematográficas una vez están en potestad de las productoras.
Directores, productores y demás personalidades de la gran pantalla manifiestan su desencanto y la peligrosidad que conlleva todo esto.

Una crónica muy atrayente para los que amamos esto del séptimo arte y que muchas veces somos estafados, al no estar visionando y disfrutando de lo que realmente el director o autor de su producto había desarrollado.
Este examen documental tiene una segunda parte con "Cineastas en acción", también del año 2005.