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Voto de Ghibliano:
9
Serie de TV. Animación. Aventuras. Comedia. Drama Serie de TV (2010). 12 episodios. La historia se sitúa en el futuro, donde la Tierra ha pasado por varias guerras, aunque en apariencia hay un poco de tranquilidad. Kanata Kumika es una chica de 15 años cumplirá su sueño y se enlista en el ejército, en donde su misión será proteger una fortaleza al lado de otras cinco chicas. Ahí, el único medio de distracción es el interpretar música en un mundo sin vida aparente... (FILMAFFINITTY)
16 de enero de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Sora no Woto" es probablemente una de las series de anime más injustamente tratadas, en parte por decisiones propias, pero en cierto modo también por prejuicios y expectativas. Surgida del fallido proyecto "Anime no Chikara" para promover la creación de anime basado en historias originales, nació ya con una traba importante a nivel estético, al abandonar los bellísimos diseños del concept art de Mel Kishida para terminar con un diseño de personajes muy parecido al de una de las series de moda en aquel momento, "K-On!". Estigmatizada desde entonces como una suerte de "K-On! en el ejército", a pesar de que conceptualmente ambas tienen bien poco que ver, pasó sin pena ni gloria y se le negó una cierta consideración que a todas luces merecía, infravalorando la lucidez de una de las historias que mejor y con más eficacia han tratado el horror de la incertidumbre en un escenario de guerra, la sensación de fragilidad que lo inunda todo y la búsqueda de la paz y la inocencia como una forma de alejar los fantasmas del pasado.

Ambientada en una base militar situada en Seize, una hermosa ciudad calcada a Cuenca a un nivel de detalle casi fotográfico, la serie nos introduce en un mundo futurista, producto de una mezcla heterogénea de referencias culturales principalmente francesas, japonesas y españolas, creando toda una mitología única en sólo 12 episodios. El mundo de "Sora no Woto" está azotado por una guerra terrible que dura ya años; sin embargo, Seize es un remanso de paz, tal vez el único que permanece mientras el resto se consume.

La historia se inicia con la llegada de la ingenua Kanata, una chica de campo que nunca se ha visto afectada directamente por la guerra, al ejército con el simple objetivo de aprender a tocar la trompeta. Recae en Seize, donde se une a un pelotón formado por otras cuatro chicas más curtidas en la vida militar: las también adolescentes Kureha y Noëlle, y Filicia y Rio como los miembros adultos de la división. Con el transcurso de la serie, la inocencia de Kanata -quien, conviene destacar, es tan ingenua como perspicaz y empática con el sufrimiento de los que le rodean- quedará marcada por la visión más sombría de la realidad que tienen sus compañeras, y en una especie de extraña simbiosis, éstas a su vez acabarán contagiadas del entusiasmo y la ingenuidad de la nueva recluta, viendo representadas en ella sus propias necesidades emocionales. Lo más destacable de la serie sin duda es la relación que se desarrolla entre ella y Rio en su rol de instructora, que tiene su punto álgido en la larga conversación que ambas mantienen durante el magnífico episodio 10.

Llama la atención en una serie como ésta, un slice-of-life ambientada en la rutina militar, que no se demuestre en ningún momento exaltación patriótica por parte de los personajes; aún más, el descontento con los altos mandos militares es más que patente dentro del pelotón, que se siente señalado y menospreciado constantemente -los suministros llegan a cuentagotas- por el resto del ejército. Da la impresión de que ninguna de ellas pretende tomar partido en la guerra, y de que desde hace un tiempo se estableció en ellas una desconexión emocional esencial con el conflicto, observándolo más como víctimas que como actrices del mismo.

"Sora no Woto" no es una historia de guerra al uso. En ella apenas vemos enfrentamientos y muerte, no hay enfoque ni interés en explicar las motivaciones de los distintos bandos, y Seize permanece como un lugar tranquilo y alejado de todo conflicto y choque ideológico. Pero sin embargo la guerra es parte integral de la historia, de una forma general, como una amenaza recurrente que lo inunda todo y está presente en el día a día de los personajes.

La forma de narrar de esta serie es probablemente lo que más dificultades genera, algo que no comparto, desde luego, pero que me parece comprensible. Esto se debe a que "Sora no Woto" es una historia con un enfoque claramente episódico, en la que cada episodio parece centrado en captar un estado emocional concreto. Así, tenemos episodios ligeros, de puro humor situacional, unidos a otros de vena más reflexiva o dramática; o historias lineales mezcladas con verdaderos ejercicios de estilo narrativo. Todo ello sin una transición clara. La serie mantiene por tanto un tono errático, en mi opinión totalmente buscado y además coherente con su perspectiva de slice-of-life; y creo que tiene una capacidad muy encomiable para sacar el máximo partido a cada uno de estos escenarios. Pero en cualquier caso esto parece suponer una traba importante en el sentido de que obliga al espectador a cambiar su estado de ánimo de formas muy abruptas, lo cual puede traducirse en una menor conexión emocional con lo que se narra.

Lo que no ofrece ningún resquicio para la duda en esta serie es su énfasis estético. Superado el escepticismo preliminar con los diseños de personajes, es difícil no caer rendido ante uno de los animes que más y mejor han aprovechado la creación de escenarios y el acompañamiento musical para evocar emociones, toda una lección de cómo transmitir a través del dibujo y la música. El nivel de detalle puesto en cada uno de los elementos de Seize, el fascinante uso de los colores y la variedad tonal para representar estados de ánimo, y la excelente integración de unos personajes de diseños más bien esquemáticos en sus fondos preciosistas (algo muy difícil de conseguir) se unen a una de las mejores bandas sonoras que he escuchado en un anime, con gran variedad de melodías de entre las que destaca “Amazing Grace”, la canción que inspira a Kanata a aprender música y que es evocada de manera recurrente en la serie convirtiéndose prácticamente en su himno no oficial. De hecho podría decirse que en “Sora no Woto” la música deja de ser un mero acompañamiento para adquirir un rol argumental crucial, como inductora de las motivaciones de la protagonista y estando muy presente en los personajes y en el desarrollo de la trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ghibliano
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