Haz click aquí para copiar la URL
España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
4
Drama. Thriller Dorian Gray (Ben Barnes) es un joven aristócrata muy atractivo que, después de haber pasado una solitaria adolescencia en el campo, regresa a Londres, donde ha heredado una mansión. Atraído por la vida nocturna, se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom (Colin Firth), que lo conduce a los antros más recónditos y sórdidos de la ciudad. Al joven le fascina el estilo de vida decadente y amoral de Wotton. Por otra parte, su ... [+]
21 de noviembre de 2009
42 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando, tras comenzar una cinta de la que ya esperaba poco, vi como un prepuber bajaba de un carruaje con su cara impoluta y una planta de guaperas a lo "Crepúsculo" que espantaba, mis expectativas todavía decayeron más en pro de uno de esos trabajos que aparecen cada temporada en los que la historia no parece importar demasiado y sólo el ¿lucimiento? de uno de esos intérpretes de nueva generación parece ser de recibo.
No me quitaron razón sus siguientes minutos, durante los que el tal Ben Barnes todavía estaba intentando realizar algún movimiento facial que indicase que aquel rostro poseía algo de chispa, algo de vida, y aunque el hecho de observar como "El retrato de Dorian Gray" podía quedar en otra de esas tonterías de diseño que no van más allá durante sus compases iniciales me asustó, acto seguido pude comprobar que las poco menos de dos horas que venían a continuación por lo menos no serían un desperdicio de tiempo.

No nos engañemos, de todos modos: "El retrato de Dorian Gray" es un film tan vacuo como fácilmente olvidable, pero tras esos dos remarcables lastres también queda una cinta que logra distraer, posee interpretaciones que sorprenden a la par que dan algo de aire a la cinta y esta desarrollada de tal modo que se sigue sin demasiada pereza.

De entre esas aptitudes idoneas que indicaba, cabría destacar en especial a un intérprete, Colin Firth, que es el que precisamente propina un tanto de vigor a la propuesta de Oliver Parker, logrando que simplemente con su aparición en pantalla, no sólo la cosa gane, sino su más inmediata réplica, el en un principio hierático Ben Barnes, de algo más de sí ofreciendo una actuación, a partir de esos minutos, bastante mejor de lo que venía demostrando durante su origen, aunque no por ello buena.

Poco más se puede decir de una película que no ofrece demasiado a la imaginación y que, pese a partir de un relato que servidor no ha tenido ocasión de leer, posee el suficiente empaque como para estar por encima de la media y, pese a no ser del todo recomendable, dar un buen rato de distracción.
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow