Tras visualizar ésta angustiosa, perturbadora, magnífica y visceral obra maestra, del gran Ingmar Bergman, ésta ha sido mi reacción: sin palabras.

Quizá sea por su inmejorable y cuidada fotografía, por la asombrosa actuación de la joven Bibi Andersson, o simplemente por la calidad de planos y dirección, pero realmente este film es digno del buen cine y de profunda reflexión.

Por así decirlo, "Persona" es como un ensayo sobre los pensamientos y la contradicción propia e inevitable del ser humano. Aborda un mundo de sombras y apariencias difundidas en un impecable blanco y negro donde los deseos se confunden con el temor y las perspectivas diversas que componen al ojo humano sobre el mundo y su realidad.

La religión, el dolor, el sexo y el sufrimiento son simples ramas a las que nos agarramos cuando estamos equivocados, cuando tenemos pavor y actuamos fingiendo ser una persona que concuerde con los pilares de la sociedad.

Esta obra en un espejo dónde observamos nuestra mente y pensamientos, y donde Ingmar Bergman sabe jugar con ellos.

Nos muestra ese no reconocimiento a la percepción y manipulada realidad. Un silencio que todos hemos presenciado. Una lucha interna en la que sólo uno gana: el deseo o el miedo.