Haz click aquí para copiar la URL
México México · México Distrito Federal
Voto de Coleccionista Visual:
7
Drama En la convulsa Caracas, Armando, de 50 años de edad, dueño de un laboratorio de prótesis dentales, busca chicos jóvenes en paradas de autobús y les ofrece dinero para que lo acompañen a su casa con el fin de observarlos. Tiene también la costumbre de espiar a un hombre de edad avanzada: sabe dónde vive, qué lugares frecuenta; entre ellos hay un vínculo que se remonta al pasado. Un día Armando se lleva a casa a un chico, Elder, líder de ... [+]
23 de noviembre de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viernes 7 de octubre, Cinéteca Nacional 6:30 pm. En línea sobria se define el metraje de Lorenzo Vigas en su transcurrir, no la centra en la típica historia de la represión hacia el homosexual y sí la redirecciona hacia la ausencia de la figura paterna o bien en cómo ésta deja huellas para determinar la personalidad de Armando y Elder, dos hombres opuestos en carácter y de circunstancias de vida, ambos con ese vacío de infancia que omiten o bien acentúan en su diario acontecer.

Su pausada trama nos devela a dos hombres solitarios de distintas edades —semejante a la planteada por Robin Campillo en "Chicos del Este", con un tema como la paternidad extraviada. Armando, hombre que después de la jornada laboral va en búsqueda de jovencitos a quien poder observar y satisfagan su morbo sexual, al precio que fuere; por otro lado el menor Elder, es un joven arrebatado que delinque para poder subsistir en las calles de algún barrio de Caracas. El primero lo encontrará y entablará forzadamente una relación con el bandolero, quien aprenderá algo sobre lealtades y encontrar ese respaldo conferido por quien lo acecha.

Ese conocimiento previo de la primera película podría derruir toda expectativa de lo que la venezolana puede ofrecer, sin embargo esas carencias que uno de los personajes expresa abre la pauta para continuar y así sólo quede como un símil con virtudes propias. Como era de esperarse y dadas las tendencias de los directores independientes, Lorenzo Vigas muestra escuetamente una relación compleja, se indispone a los apegos y da indicios de una película sin maniqueísmo, que no se abandera, ni hace activismo, porque va mucho más allá de lo que a simple vista una etiqueta es incapaz de definir.

Cine venezolano bien ejecutado, sobresaliente de lo que en otras ocasiones han calificado en ciertos festivales como lo mejor de ese país.
Coleccionista Visual
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow