Uno creé que ha visto de todo en cine por aquéllas que en algunos sitios de internet enlistan una y otra vez sobre los filmes más controversiales y provocativos a lo largo de los últimos tiempos, citando indiscutiblemente a Pierre Paolo Pasolini con Saló o los 120 días de Sodoma, y de fechas más recientes a Irreversible de Gaspar Noé, sin olvidar aquéllos productos gore de referencia obligada como Instinto Siniestro de Alexandre Bustillo o bien El ciempiés humano de Tom Six, curiosamente todas europeas y con impacto visual que aterra por lo planteado, con altos actos reprobatorios, antinaturales afortunadamente cercados por la ficción.

Sin leer una sola línea sinopsis, me planto frente al televisor para ir recibiendo en dosificación cucharadas de actos depravados in crescendo de quien escribe y dirige, que a todas luces tiene la intención de colocarse como un transgresor en la labor cinematográfica. Desde su inicio y pasados los primeros minutos te deja atónito, cuando quien visiona porno dentro del filme es un niño y peor cuando quien se encuentra en primer cuadro es su padre, y con estupefacción continuar el metraje hacia lo repugnante y enfermizo, ese que va de canalladas todas estimuladas por el vigor de un actor porno al cual se concibe como semental ilimitado en cuestiones morales y naturales. Todo es demasiado burdo, el léxico, las escenas, el mensaje y aun así, al ver que no se trata del típico slasher, seguimos para llegar a la conclusión más atroz que dados los alcances del antagonista se viene previendo.

"Un film Serbio" deja lo efectivo por su explícitos —que son su mayor virtud entre el morbo colectivo—, no existe la sugerencia que suele ser agradecida y que ni la presencia de infantes propicia, lo que la hace todavía más aberrante en la que pocas cosas le confieren el "regular" que hoy asigno. Me parecen logradas las ambientaciones y algo de la edición, también el planteamiento con respecto al típico slasher juvenil, sin omitir las actuaciones encuentran su positivo al no tener ningún indicio de cohibición y se mantienen en postura de acuerdo con lo que la misma ficción aprueba o recrimina.

Hace poco hablaba de canalladas con un cuate del Filmaffinity, pasados los días me las topo en superlativo a través de contratos o sinopsis omitidos en su lectura, que nos conducen a un shock mental cuando nuestros límites han sido rebasados.