Viernes 20 de mayo, Cinéteca Nacional 7:00 pm. Al parecer una de las provincias turísticas más afamada del estado de Morelos en México, —Tepoztlán—, continúa con el desprestigio que dan los forajidos a la región ya sea por las licencias de papi —refiriendo a los pijos del D.F.— o bien la envalentonada actitud que confiere el follón a secuestradores, policías o narcotraficantes. Todo se enmarca dentro de las grandes residencias que sirven de escenario para los desfogues de una juventud inmersa en la apatía en la que los yuppies sobredimensionan conscientemente el término "pudiente", dejando en claro la altivez aprendida en cada movimiento.

Con tres películas previas en un tiempo relativamente corto dentro de la filmografía mexicana actual, "Los muertos" de Santiago Mohar, parecen quedar en el denominado "otra de Tepoz", donde por cuarta ocasión vemos personajes estereotipados que entrados en copas y otras sustancias alucinógenas son limitados al cauce de las comparaciones. "Los muertos" van en línea con el llamado cine de autor, pero queda en ejercicio a falta de un planteamiento sólido; por momentos se estampa con lo aleccionador del tema, en otros busca esa radiografía de la descomposición social que vivimos como país, pero regresa al interior del grupo para mostrar lo fatídico.

La obra no es conciliadora, tampoco es enérgica, se deja ver sin muchas expectativas que cambien el ritmo narrativo.