Con un inicio bastante interesante, la obra de Falardeau se muestra nada amable e incomprensible; metafóricamente se muestra el desgane y frustraciones de una protagonista en descomposición, a la que el género masculino suele emplearla para su desfogue sexual sin importar el rol que ésta se encuentre dispuesta a jugar.

Ella, podrida por fuera y muerta por dentro y el director emplea ideas bizarras apegadas al gore, para lacerarla desmedidamente y a la que trata de auspiciar con el género, donde la estética de lo burdo se convierte en el personaje central que dejará atónito a más de uno. Supongo que muy controversial, sin embargo lo destacable me resultarían algunos cuadros que guardan esa genialidad a nivel imagen.

Los serio se encamina hacia lo incomprensiblemente asqueroso...