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España España · MADRID
Voto de Spark:
4
Drama Ismael Tchou, un niño mulato de 8 años, se fuga en el AVE rumbo a Barcelona para conocer a su padre. Su única pista es la dirección de un apartamento, escrita en el remite de una carta dirigida a su madre. Cuando encuentra el edificio, en el apartamento sólo está Nora, una elegante mujer de unos 50 años. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2013
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para ser una cinta española, "Ismael" es más digna que la media. A pesar de ello le faltan aun muchos flecos para resultar un drama verdaderamente potente e identificativo con los sentimientos y sensibilidad básica humana.

Su planteamiento es excelente, no lo voy a negar: un niño (Larsson do Amaral, bastante natural y tierno, pero en ningún momento memorable) de 10 años que no conoce a su padre (que a su vez desconoce que nació) decide ir a Barcelona él solo a conocerlo. Allí trastocará con el encuentro no solo la vida de su desconocido padre, sino la de su tribulada madre... bueno, trastocarlo todo es un decir. Pues la cinta promete eso en su planteamiento para al final no acabar dándolo.

Y es que el desarrollo del guión con sus divagaciones, sus reiteraciones innecesarias, sus tópicos aquí y allá, sus situaciones superficiales y sus momentos inacabados es uno de los lastres del metraje. Pero comenzaré con todos los aspectos positivos que hacen que "Ismael" no sea una total catástrofe:

Primero hay que destacar positivamente a Belén Rueda, que es la única intérprete que consigue emerger del naufragio interpretativo con el que nos regala la cinta. La actriz aporta una presencia sorprendentemente cálida y estilosa (reconozco que no es una de mis actrices predilectas precisamente, pero aquí la he visto en mejor forma que nunca) haciendo de esa joven abuela pija que aporta gran empaque, entereza y elegancia, y regala desde pequeños momentos de humor hasta otros de complicidad o duda. Afortunadamente la película deja a Belén Rueda como protagonista junto a Mario Casas, y gracias a ella el film se sostiene. Ella es sin duda lo mejor de la película, y sin ella sí que hablaría de "Ismael" de catástrofe total.

Otros puntos positivos a destacar son las bellas localizaciones de la Costa Brava que se aprovechan en la cámara de manera notable (a destacar también el sonido). El film también cuenta con algún que otro destacable tema en su banda sonora.

Y por supuesto tenemos como otra gran baza del film sus buenas intenciones, el querer ofrecer una trama de encuentros y desencuentros entre familias disfuncionales... pero está visto que eso es mejor que se lo dejemos a Gracia Querejeta.

Para empezar Piñeiro aporta un tempo desacertado, con escenas alongadas donde nada sucede y que inducen al bostezo. Luego tenemos demasiados momentos donde parece que el cámara le ha dado al LSD, las escenas se nos agitan de manera innecesaria y fastidiosa (puede que eso resulte moderno, pero que sea moderno no significa que sea de calidad), si estuviéramos hablando de una cinta de acción trepidante se entendería, pero no es el caso. Y aquí simplemente hay secuencias estropeadas y emborronadas por ese efecto, donde el espectador no puede ni apreciar los escenarios o sus elementos. Tampoco se acierta en muchos puntos dramáticos a la hora de usar el foco alterno con los personajes (algo tan básico como necesario para observar sus reacciones)... simplemente porque no se usa, ¡qué gran error!

Todo esto da una sensación de falta de esfuerzo a la hora de mostrarnos este drama, y el espectador lo nota. Nota y se contagia de esa dejadez que también incluye al desarrollo de la trama. Es cierto que hay pequeños momentos de acertado humor leve o de tenue afecto (básicamente son los que logra erigir Belén Rueda), pero también la película se carga de momentos y pequeñas situaciones fragmentadas, inconclusas, hueras, insuficientes y contradictorias que chocan al espectador por no casar con la verdadera realidad humana.

Y la puntilla de la indolencia está en la pareja progenitora del tal Ismael (tanto Mario Casas como Ella Kweku tiene la misma expresión ya sea para querer transmitir alegría o pena), Juan Diego Botto también tiene un personaje para olvidar tanto en su tratamiento en el guión como en su puesta en escena. Sergi López sin embargo tiene un personaje más agradecido que interpreta con naturalidad y simpatía... aunque de nuevo el libreto no ahonda en él.

En definitiva, "Ismael" puede verse y soportarse a duras penas gracias a su elegancia de escenarios y a Belén Rueda que trata de rescatar el metraje. Pero no estamos ante el viaje interior que nos prometía, y se echa de menos más ahondamiento, profundidad, naturalidad y madurez en esta historia que acaba siendo más superficial, vacua, inconexa y presuntuosa de lo que esperábamos.

Lo mejor: Belén Rueda. Algún que otro tema de su banda sonora.
Lo peor:...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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