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Antigua y Barbuda Antigua y Barbuda · Una criatura
Voto de Herr Jasper:
8
Ciencia ficción. Thriller. Intriga. Acción Dom Cobb (DiCaprio) es un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy cotizado en el mundo del espionaje, pero también lo ha condenado a ser un fugitivo y, por consiguiente, a renunciar a llevar una vida normal. Su única oportunidad para cambiar de vida será hacer exactamente lo contrario de lo que ha hecho siempre: la ... [+]
5 de noviembre de 2010
29 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dom Cobb es un especialista en infiltrarse en la mente de las personas. Vive a caballo entre el mundo real y el de los sueños y lo único que le ayuda a distinguirlos es una pequeña peonza: su tótem. El objetivo es llegar al subconsciente de sus víctimas e implantar una idea que, una vez germine, de lugar a que dicha persona se comporte de determinada manera. Y lo creáis o no, lleva años haciéndolo:

1991. Cobb viaja al lejano oeste. Recorre un árido desierto durante cincuenta y seis días valiéndose únicamente de una cantimplora Panama Jack y un poncho para que no le de el sol. Le salen al paso decenas de forajidos, a los cuales ordena que le alegren el día clavándoles en las pelotas una Mágnum del calibre 22. Llega a un monte donde ondea una enorme bandera estadounidense. La baja, saca algo del bolsillo y lo envuelve con ella. Abandona el sueño. Meses más tarde se estrena Sin Perdón.

1993. Cobb despierta en un gigantesco videoclub con interminables estanterías atestadas de películas japonesas de ninjas. Por detrás de los estantes no dejan de pasar mujeres, seguramente desnudas, aunque Cobb sólo puede verles los pies. Avanza tratando de evitar mirar a Samuel L. Jackson, que no para de gritar “Royale with Cheese” mientras fuma un Red Apple. De pronto se para frente a una cinta: El bueno, el feo y el malo. La abre y coloca algo dentro. Abandona el sueño. Meses más tarde Lawrence Bender tiene sobre su escritorio el guión de Pulp Fiction.

1997. Cobb nada hacia una playa sin poder quitarse de la cabeza que hay algo bajo el agua que le está observando. Se abre paso por la arena esquivando cadáveres y bombas. Utiliza su látigo para encaramarse a una posición elevada y abre fuego sobre los nazis. Mata a cuatro de un solo disparo. Sigue caminando bajo la noche mirando al cielo. Le ha parecido ver una luz moviéndose como si fuera un platillo volante. Llega a una pequeña casa y abre la puerta. Varios hombres con kippas rezan dándose cabezazos contra las paredes. Se acerca a un sagrario, lo abre y coloca un objeto dentro. Abandona el sueño. Meses más tarde se estrena Salvar al Soldado Ryan.

2002. Es de noche y Cobb se abre paso por las calles de Madrid mientras se esfuerza por dar esquinazo a una legión de travestis que pretenden sodomizarlo. Para acabar con ellos recurre a la Virgen de Guadalupe, al Sagrado Corazón y al Cristo de Medinaceli, hasta que finalmente consigue llegar a un garito extraño. Levanta la cabeza y lee la placa: Chueca Bar. Entra. En la barra Penélope Cruz y Antonio Banderas se están hartando a copas, momento que aprovecha Cobb para sacar del bolsillo un objeto y dejarlo de pie justo al lado de la ginebra. Abandona el sueño. Meses más tarde se estrena Todo sobre mi Madre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Herr Jasper
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