Nos encontramos frente a una comedia estándar de los años noventa de menor repercusión - y probablemente menor calidad, entendiendo calidad en una comedia a la cantidad de veces que te puedes reir en un episodio siendo una persona "normal" - que Friends, el Príncipe de Bel Air, Seinfield o Fraisier, que son auténticos números uno en esa década. Ese peldaño por debajo respecto a las otras sitcoms se debe principalmente a que se emplea un humor menos bestia que las antes mencionadas, y que además, cuenta con sólo un personaje central: Ellen, que aun no había alcanzado el nivel de show woman mundial que tiene ahora. Aun así ya apuntaba maneras y humor inteligente y original hay a raudales. Si tuviera que compararla con otra, diría que es un poco la hermana mayor e inocentona de Will & Grace.

Pero esta serie pasará a la historia como sus contemporáneas "cracks" por otro motivo: The Puppy episode, un episodio mítico para la televisión y para la sociedad; americana primero, mundial después. Porque en ese episodio la creadora, responsable, guionista y protagonista de la serie, Ellen DeGeneres, aprovecha para hacer salir del armario a su personaje - y ya de paso a ella también- después de pasarse varias temporadas en el limbo sentimental. Aunque bueno, ahora si vuelvo a ver la serie lo notaría a la legua, pero ya no tiene mérito descubrirlo...antes eran otros tiempos.

Así que, recapitulando, la buena de Ellen puso toda la carne en el asador; se jugó su carrera a una carta, siendo una mujer y cuando no estaba de moda tener lesbianas hasta en los documentales de focas monje, y fue pionera en algo tan arriesgado. Inicialmente todos lo aplaudieron y le dieron el parabien, la ABC le concedió otra temporada pero ya se encargó de cambiar mil veces de dia y hora la serie hasta conseguir cargársela...y con ella la carrera de DeGeneres. Afortunadamente Ellen es una mujer talentosa e inteligente y como el ave Fénix resurgió de sus cenizas reinventada y ahi sigue, con su propio Show en prime time.

Como dicen en el anuncio: crear una serie así vale un seis, hacer lo que miss DeGeneres hizo, no tiene precio.