Haz click aquí para copiar la URL
España España · madrid
Voto de tiznao:
6
Ciencia ficción Un platillo volante, tripulado por seres extraños y procedente de un mundo desconocido, viene a la Tierra con una misión concreta: capturar a un ser humano para llevarlo a su lejano planeta con fines científicos. El designado es Oliver (Richard Kolin), un escritor de ficción barata, que reparte su tiempo entre sus obras, hacer el amor con su amiga Carol (Lynn Endersson) y vivir un insólito "ménage à trois" con un matrimonio conocido. (FILMAFFINITY) [+]
10 de enero de 2009
27 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de las primeras películas de ciencia ficción rodadas en suelo patrio, por Juan Carlos Olaria, (también conocido por el Ed Wood catalán), con ausencia total de medios, actuaciones amateur, diálogos imposibles, música indescriptible y un guion demencial. Tenemos a un trajeado escritor de novelas baratas policiacas y de terror, al que unos extraterrestres que hablan entre sí en una especie de euskera, vestidos con un conjuntado pantalón, jersey de cuello alto y tocados con una especie de casco de moto envueltos en una bolsa de plástico, (tipo los AGV que llevaba Ángel Nieto), primero le tiran el Simca 900 por un barranco empujando entre cuatro, (mas adelante abducen el Simca 900 desde el ovni), aprovechando que el tio se ha bajado a dar una vuelta por una vieja iglesia que le pillaba por ahí y luego intentan secuestrarlo, cosa que no consiguen, al defenderse bravamente con los puños, iniciándose la caza del hombre por los aliens. Para no seguir contando más solo diré que hay una rubia neumática ligera de cascos, un erotismo comparado con el cual, el de Mariano Ozores en sus mejores tiempos es Arte y Ensayo. Ensañarse con esta película, sería fácil y cobarde, respeto la voluntad con la que se nota que está hecha y la veo como lo que es, una curiosidad con la que es imposible no encariñarse (la bajada de un puerto a todo trapo, con un Citroën 8 me gano sin remisión), certificando que los que le pusieron el apodo de Ed Wood catalán, no andaban en absoluto descaminados.
tiznao
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow