The Other Side es un milagro. Es una de esas piezas de cine que demuestran que en apenas veinte minutos o menos se pueden contar mejores historias de las que algunas películas cuentan en dos horas.
El trabajo de Conrad Mess es minucioso, sobre todo teniendo en cuenta que se rodó con un iPhone y sobre pantalla verde exclusivamente. Mess toma bellísimos planos muy estudiados, en los que nada se deja al azar, y consigue una asfixiante tensión narrativa que pone los pelos de punta (atención al comienzo con el sonido de los golpes en la puerta). Porque si algo es The Other Side es terror puro, un excelente homenaje a las convenciones más góticas y clásicas del género, con sangre, vampiros, una vieja mansión, sustos y por supuesto mucho romanticismo. Es simple y llanamente una delicia que hará las ídem de todos los aficionados al terror taquicárdico de siempre, el que entusiasmaba a los Románticos en los siglos XVIII y XIX a traves del propio género gótico. Lo llega a escribir Sheridan LeFanu, Lord Byron o Matthew Lewis y estaríamos hablando de una historia maestra que se estudiaría en universidades.
Y si encima Mess escoge como protagonista a Cristina Castaño, intérprete todoterreno donde las haya, una de las mejores de España sin duda, tan bella y expresiva como aterradora, con esa mirada abrasiva que tiene, el disfrute es ya máximo. La excelente Jana Lafuente y la niña Yaiza Grajales la acompañan a la perfección, sin olvidarnos de un breve pero intenso y Pedro Pablo Isla (que protagoniza además una inquietante sorpresa al final...).
Es un corto, pero no por ello deja de ser algo muy grande. Un modelo de cómo hacer gran cine con muy poco. Imprescindible.

Lo mejor: Todo, y muy especialmente la realización de Conrad Mess y la interpretación de Cristina Castaño y Jana Lafuente.
Lo peor: Nada.