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España España · VALLADOLID
Voto de DAVID FARIÑA:
9
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia Riley es una chica que disfruta o padece toda clase de sentimientos. Aunque su vida ha estado marcada por la Alegría, también se ve afectada por otro tipo de emociones. Lo que Riley no entiende muy bien es por qué motivo tiene que existir la Tristeza en su vida. Una serie de acontecimientos hacen que Alegría y Tristeza se mezclen en una peligrosa aventura que dará un vuelco al mundo de Riley. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alegría, tristeza, miedo, asco, ira son algunas de las emociones que tiene el ser humano a lo largo de su vida y la predominancia de cada una de ellas dependerá de una multitud de factores. Es más, se puede pasar de estar alegre a estar triste en una milésima de segundo simplemente por el hecho de algo que nos acontezca.

Se preguntarán ustedes:
1. Si este cómputo reflexivo sobre las emociones que nos afectan o mejor dicho si estando en nuestro subconsciente afloran y forman parte no solo de nuestra vida sino también de la de los demás que nos rodean sean estos familia, amigos, compañeros de trabajo, etc
2. Si el grado emocional es el mismo en todas las personas; es decir, si una persona sensible tiende a ser más emotivo que alguien rudo y temperamental o si en realidad esta persona tiene tendencia a ocultar sus emociones para no mostrarse cómo es
3. Si la edad afecta a las emociones; o sea, si una persona mayor o adulta padece menos nivel emocional que un niño o si en realidad esta escala o nivel se inlinará hacia un lado o hacia otro dependiendo de los quehaceres de la vida.
4. Si todas las emociones se guían por un único camino o ese sendero se debe al temperamento, a la personalidad, a las actitudes positivas y negativas, al conocimiento de uno mismo, a las relaciones establecidas, al estrés que padecemos o simplemente a nuestros propios sentimientos y melancolías.

Quizás y tras todas estas preguntas reflexivas que nos hacemos y tal vez otras que surjan es ahora de preguntarnos:
- ¿Qué es la alegría? ¿Es bueno sentirse felices y contentos siempre pase lo que pase.?
- ¿Qué es la tristeza? ¿Es malo ser pesimista y ver la cara negativa de la vida siempre.?
- ¿Qué es el asco? ¿Debemos repudiar cualquier cosa o suceso que esté a nuestro alrededor e incluso es más, debemos repudiarnos a nosotros mismos.?
- ¿Qué es el miedo? ¿Debemos sentir pánico de todo hasta el punto de no poder salir de casa o temblar ante cualquier suceso.?
- ¿Qué es la ira? ¿Debemos mostrarnos temperamentales todo el tiempo de tal manera que no solo no conectemos con nuestro propio ser sino que por nuestro comportamiento rompamos las barreras de amistad, sinceridad, confraternidad y amor hacia los demás.?

Pues bien, les dejo a ustedes que durante los próximos instantes reflexionen y aunque ya sean mayores es posible que se den cuenta que al igual que a la pequeña Riley, suceda en su mente multitud de recuerdos esenciales tanto a corto como a largo plazo que hagan de su cerebro un hábitat perfecto para estas cinco emociones a las que nos referimos e incluso para muchas más.

Y tal vez, sean conscientes que de estas cinco emociones que estamos hablando hay tres secundarias y dos principales pero que la efectividad de las tres primeras al golpearnos y formar parte de nuestro yo y de nuestro pensamiento y que en realidad son manifestaciones de temor o miedo, disgusto o asco y furia o ira, se deba exclusivamente a la ausencia o presencia de alegría o lo que es lo mismo de lo felices o tristes que estemos.

Quizás, todos nosotros tanto ustedes que están leyendo este texto reflexivo o si quieren llámenlo crítica sobre el subconsciente como yo, tengamos que subir como Riley con sus emociones al tren del pensamiento e incluso, volver a recordar a nuestro amigo imaginario de la infancia y ya olvidado. Pero para ello, es posible que debamos hacer un feedback de las conductas que guían nuestro sendero para que al final del camino éstas siempre sean positivas o al menos que podamos comunicarnos con alegría, cuando nos sintamos felices de conocer algo nuevo o ante una nueva experiencia o con tristeza, cuando añoremos algo que échamos de menos o simplemente ante el acontecimiento de un suceso triste.

Eso sí, en todo caso debemos intentar evitar que de nuestro cerebro se apropien las emociones llamadas secundarias pues lo único que harán es que nos comportemos de manera extraña ante nuestra familia, amigos y conocidos y se desmoronen las distintas islas de nuestra personalidad (amistad, sinceridad, etc.) y es quizás como ocurre en la película y por tanto, en la propia mente de Riley que sea la alegría a través del control de la situación y la tristeza a través de la nostalgia las herramientas básicas para que todas las emociones estén juntas sin que la ausencia de las principales conduzcan a las demás a un pensamiento negativo.

En definitiva, solo Disney Pixar ha sido capaz de crear una película infantil a través de cinco personajes que no son más que las cinco emociones que están en el centro de control mental de nuestra joven protagonista desde los dos hasta los once años y que vivirán con ella en el día a día influyendo en sus diversas acciones.

Una joya de animación cautivadora destinada para toda la familia adultos y niños. Bueno, a lo mejor para los más pequeños no porque quizás primero deban comprender qué es eso del subconsciente emocional cosa de la que estoy seguro se encargarán los padres si van con sus hijos pequeños a verla.
DAVID FARIÑA
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