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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama Walter Vale (Richard Jenkins), un profesor universitario de Connecticut que viaja a Nueva York, se ve envuelto en la vida de una joven pareja inmigrante a la que encuentra viviendo en su apartamento de Manhattan, un piso que apenas visita. Tarek (Haaz Sleiman), un músico sirio, y Zainab (Danai Jekesai Gurira), su novia senegalesa, viven allí porque alguien les ha alquilado el apartamento, haciéndose pasar por el dueño. (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2009
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de dirigir su primera película, la encantadora Vías Cruzadas, ahora, cinco años después llega la segunda historia de Thomas McCarthy. Una película en la que el director se mantiene fiel a los mismos principios que en su primera película.
The Visitor es una sencilla historia que conlleva sentimientos bastante más complejos. Richard Jenkins interpreta a un profesor viudo, con una vida bastante gris y sin ilusiones. Cuando circunstancialmente tenga que pasar unos días en su apartamento de Nueva York su vida adquirirá un nuevo sentido. Allí se encontrará con que una pareja de inmigrantes se ha instalado en su apartamento. Lo que debía haber sido un simple e incómodo encontronazo se convierte en un nuevo aliciente para recuperar la ilusión perdida, y las ganas de volver a disfrutar de la vida.
The Visitor está dirigida por Thomas McCarthy con una sencillez que casi raya la simpleza, pero que nunca cae en ella debido a que la historia que tiene entre manos resulta cercana y profundamente reconfortante. Cuando las cosas se complican para la pareja de okupas, el protagonista reacciona de forma tan admirable como desinteresada, y es ahí donde entra en escena un cuarto personaje, la madre del chico árabe, que eleva la película muy por encima del correcto nivel que mantenía hasta entonces. Es la relación que se establece entre el profesor y esta mujer, el eje sobre el que finalmente se sustenta toda la historia. Una relación entrañable y emotiva que sirve para sacar todo lo que de bueno tiene el ser humano.
Richard Jenkins está sobrio, pero derrochando humanidad por los cuatro costados, mientras que la actriz israelí Hiam Abbass enamora a la cámara con su serena presencia. También merece destacarse la frescura de la joven pareja, especialmente él, Haaz Sleiman.
Con ingredientes tan notables es una pena que el director no tenga la ambición necesaria para que The Visitor sea una gran película, y se limite a ser una espléndida película menor. Lo que tampoco está nada mal.
ernesto
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