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España España · Santiago de Compostela
Voto de Paralepopido:
4
Aventuras. Western Año 1823. En las profundidades de la América salvaje, el explorador Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) participa junto a su hijo mestizo Hawk en una expedición de tramperos que recolecta pieles. Glass resulta gravemente herido por el ataque de un oso y es abandonado a su suerte por un traicionero miembro de su equipo, John Fitzgerald (Tom Hardy). Con la fuerza de voluntad como su única arma, Glass deberá enfrentarse a un territorio hostil, ... [+]
29 de diciembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
- Como aquellos que tienen el sagrado talento de organizar fiestas y conseguir que todo el mundo aparezca, Iñarritu ha conseguido que se unan al carro de The Revenant un auténtico equipo de Galácticos: dos músicos como la copa de un pino (Alva Noto y Ryûichi Sakamoto) en la BSO, Jack Fisk (habitual de David Lynch y Terrence Malick) en el diseño de producción y ese operador mágico que es Emmanuel Lubezki como director de fotografía. Todo eso se deja ver en el fantástico apartado técnico de la película. Pero lo malo es que el talento en esta película se acaba ahí.

- Volvemos a ese apartado visual que consagró el combo Malick+Lubezki, pero sin la profundidad ni la capacidad para sugerir mediante el montaje de Terrence. Todo queda en esteticismo frio, una mezcla entre la luz natural de Lubezki y el realismo sucio de Spielberg, Kamiński y del gran Thomas E. Sanders en Saving Private Ryan.

- La distancia entre el apartado visual y la profundidad del guión queda clara en simbología supuestamente trascendente y finalmente estúpida de la película. El colmo se lo lleva la escena en la que DiCaprio abraza durante un sueño a su hijo dentro de las ruinas de una iglesia. Cuando finalmente despierta de su febril sueño, resulta estar abrazando un árbol. Imposible para el público español desconectar de la imagen de Joaquín Reyes disfrazado de Tita Cervera activista mientras pasa su lenguaca por un arbol madrileño.

- Leonardo se arrastra deseperado (literalmente) por el barro y la nieve para conseguir un Oscar. Babea, pone caras y realiza una actuación física lograda pero que al igual que la película carece de alma. Es más que probable que reciba un Oscar, pero será por pena acumulada y porque lo merece por anteriores películas. Al final la Academia llegará tarde y mal y acabará haciendo un Scorsese al más puro estilo The Departed.

- El colmo resulta al mezclar la patraña pseudofilosófica panteísta del guión y la actuación de DiCaprio. ¿Cuántas veces hace falta repetir la metáfora del renacido para que nos demos cuenta de lo que supone para su personaje la experiencia al borde de la muerte? Tenemos a Leo en todos los modelos posibles: de Leo envuelto en mantas como una crisálida premariposa, Leo dentro de un huevo/refugio indio para posteriormente romper el cascarón y LA MEJOR DE TODAS, Leo pasando la noche dentro de un caballo muerto (es el mes de Star Wars, no lo puede evitar) para la mañana siguiente otear la cabecita como si de un coño (o de la perla de una ostra) se tratase. Cabe también un cinéfilo homenaje a Window Water Baby Moving de Brakhage, todo es posible.

- En definitiva, Iñarritu falla como director de orquesta y organiza un Real Madrid de los Galácticos como si de Benítez se tratase: con un cine ramplón y falto de ideas, que pese a la calidad de sus figuras y a algún chispazo de magia en forma de secuencias de acción acertadas, naufraga finalmente por una duración desmesurada y una falta de energía, ritmo y auténtica profundidad. La próxima vez será, Alejandro.
Paralepopido
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