Pese a no haber visto gran parte de su filmografía, creo que puedo sostener que David Lynch es uno de los directores más interesantes y visionarios de la historia, así como uno de los más talentosos; y aquí, hace gala de su impresionante capacidad para crear una gran gama de emociones en el espectador y de llevárlo exactamentente a dónde él quiere.
"El Hombre Elefante", sin duda alguna, es una de las cintas más conmovedoras, honestas y humanas jamás hechas, lo que resulta curioso, ya que el lado humano de la cinta proviene del "monstruo" de esta.
Pese a que se pudo haber simplemetente narrado la vida John Merrick de modo que uno sintiéra lástima, Lynch decide crear un mosaico de emociones para este personaje, y con esto, logra crear a una persona de carne y hueso, la cual, posiblemete vivirá por un buen tiempo en todo quien vea esta cinta, pero que será recordada con una sonrisa y una triste congoja en el corazón, en vez de mera pena.
A la vez, Lynch dirige con elegancia, pero con precisión a la hora de retratatar el alma de una persona atormentada, pero que esconde dentro de ella mucho más.
Uno de los puntos más fuertes de la cinta es la actuación de John Hurt, quien logra transmitir en cada escena exactamente lo que debe de transmitir: terror al principio, ternura e inocencia al fimnal. Hurt cuida desde la postura hasta el habla en su personaje de principio a fin, y, al mismo tiempo, logra manejar estupendamente la evolución que conlleva su papel.
Anthony Hopkins cumple con su papel, pero tristemente si brilla, no es por luz propia.
Y, en un papel pequeñísimo, Anne Bancroft brinda el que, a mí parecer es el mejor momernto del film, haciéndolo de una forma tan honesta y bella, y logrando crear así una química con John Hurt que difícilmente no logrará arrancar una lágrima al espectador.
Así que, para concluir, "El Hombre Elefante" es una de las cintas más bellas que yo haya tenido el placer de ver, así como una de las más crueles, por lo cual sirve como recordatorio que por toda la crueldad que exista en el mundo, siempre habrá una pureza en ella, y que esta pureza será intacta y bella sin importar que tanto se le hiera.