No entiendo la manía de cierta gente con equiparar series que no tienen nada que ver entre sí. Había oído malas críticas sobre ella, siempre en comparación a la excepcional True Detective de Matthew McConaughey y Woody Harrelson. Tal vez la culpa haya sido de ellos por llamarla igual. Pero lo cierto, es que si te olvidas de la primera, es una buena serie. El ritmo, algo lento en ocasiones, te va introduciendo paulatinamente en la historia. Esa cadencia, esa lentitud, se hace necesaria porque dota de profundidad el desarrollo y te va presentando a los personajes con detalle. La trama, aunque complicada, consigue atraparte. La interpretación es bastante buena. Personas con mucha carga emocional y desasosiego, complejos de interpretar, lo que hace difícil mantener su credibilidad durante todos los capítulos. Y, salvo en contadas ocasiones, consiguen hacerlo.

Si no la visionáis buscando una continuación a la otra, la encontraréis muy interesante. Merece la pena verla.