Segundo trabajo del gran director y guionista Ben Affleck, el cual le auguro una más que brillante carrera detrás de la cámara, delante es simplemente uno más de este negocio llamado cine.

No suelo tener mucha fe en estos productos de acción, pero este trabajo me ha sorprendido gratamente en todos los sentidos. Affleck es lo suficientemente inteligente para preparar una sorpresa grandiosa a los espectadores, no es solo una más de policías y ladrones, no, esto va más allá. Nos introduce en un mundo oscuro, peliagudo, peligroso, donde la adrenalina no da tiempo a que disminuya. Donde el dinero es casi menos importante que la lealtad del grupo, deja claro quien es el líder, el pensador, el que lo cuadra, lo estudia y lo explica al resto. A diferencia de otros, estos ladrones apenas usan la violencia, dedicándose única y exclusivamente a llevarse el botín. Pero claro, siempre existe una oveja negra, encarnada aquí por el estupendo Jeremy Renner, el cual representa el punto débil de la cadena, y posiblemente la única grieta de que en algún momento este proyecto se vaya al garete. Los disfraces al estilo Le llaman Bodhi, me ha traído grandes recuerdos y el de las monjas ha sido genial.

Con un estilo narrativo espectacular, ha ido de puntillas tocando el cine negro de antaño, ese misterio e intriga que denota en cada atraco y en sus posteriores planes para seguir llevando a cabo nuevos proyectos. El grupo de policías por una vez, no están de relleno. Actúan de forma eficiente y rápida en identificar al grupo protagonista, ahora les falta lo más complicado, pillarlos con las manos en la masa. El personaje de Jon Hamm, acompañado de cerca por Titus Welliver, a mi me han complacido, quizás este último debió tener más minutos en pantalla, pero está muy bien. Este toque de redención que el director le quiere aplicar al protagonista, a partir de su romance con la chica, no es tan difícil de creer como apuntan algunos en sus críticas. El ser humano se deja llevar por los sentimientos y el amor, y más cuando desde el principio vemos en el personaje de Ben, que no es feliz con lo que hace, que más bien lo continúa haciendo por lealtad a un grupo y a su padre encerrado en prisión.

Las escenas de acción están perfectamente rodadas, los atracos, las huidas, las conducciones a toda velocidad, una maravilla, y se agradece el poco uso de escenas rápidas de las cuales nos perdemos en la trama. Todo a su debido momento.

Lo dicho, un trabajo muy interesante y entretenido para disfrutar en pareja, acción para el chico, romance para la chica.