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México México · Monterrey
Voto de Quique Mex:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Aventuras Jupiter Jones nació en alta mar cuando su madre huía de Rusia rumbo a los Estados Unidos, tras el asesinato de su padre, un astrónomo. Ahora vive en Chicago, y trabaja como limpiadora de casas. Su novio Vasiliy la convence para que se gane algún dinero extra vendiendo óvulos y para ello decide adoptar un nombre nuevo: Katherine Dunlevy. Pero su ADN atraerá la atención de los cazadores de recompensas intergalácticos. En el otro confín de ... [+]
9 de febrero de 2015
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocos realizadores hoy en día como los hermanos Wachowski para crear, desde su propia imaginación, nuevos universos cinematográficos en un Hollywood actual donde todo es un reciclaje constante.

Ahora se han creado una aventura intergaláctica donde la Tierra ha pasado a ser una colonia y los humanos son cosechados para beneficio de los colonizadores, ya que les permite crear una sustancia que les permite vivir por miles de años.

Tres hermanos de la dinastía Abrasax se pelean por el control sobre la Tierra, pero para ello deberán eliminar a la que parece ser una reencarnación de su madre y por lo tanto soberana total del planeta, Júpiter (Mila Kunis), una chica rusa que sobrevive lavando baños en Chicago a la que seres alienígenas intentan matar, pero que es rescatada por Caine (Chaning Tatum), una especie de licántropo galáctico que la lleva al espacio exterior.

Con algunas referencias interesantes, como esa secuencia que recuerda a ’Brazil’ en la que Júpiter debe enfrentarse a todo un trámite burocrático para demostrar genéticamente que ella es la única soberana del planeta Tierra, los hermanos Wachowski se liberan de prejuicios llenando la pantalla de criaturas de cualquier especie, seres robóticos, naves, y muchos efectos en escenas de peleas largas pero tan bien filmadas que se disfrutan.

Además de Tatum y Kunis, el reparto incluye a Sean Bean, cumplidor como siempre, y al nominado y casi seguro ganador del Oscar, Eddie Reymane, que da vida a un villano muy pártícular, en una actuación sobrada que roza lo ridículo y que pone bastantes dudas del real nivel interpretativo del actor.

Con una premisa enrevesada y un diseño de producción que va de los sublime a lo ridículo, ‘El destino de Júpiter’ termina siendo una película inconsistente pero realmente entretenida, que deja de lado la solemnidad en aras de un relato en el que hasta la historia romántica entre los protagonistas funciona y tiene buena cabida.
Quique Mex
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