Después de alcanzar el reconocimiento con el remake de la película de terror japonesa ‘El aro’, y de iniciar la exitosa saga de ‘Piratas del Caribe’, Gore Verbinski presenta una muy pretenciosa película de terror.

El CEO de una importante compañía lleva algo de tiempo internado en una misteriosa clínica en Los Alpes suizos, ante la necesidad de tener su firma, un joven ejecutivo de la empresa llamado Lockhart (Dane DeHaan), es enviado para traerlo de vuelta a como dé lugar.

Apenas llegando a la montaña, Lockhart sufre un accidente por lo que es internado en la clínica, donde de a poco empieza a darse cuenta que en la clínica suceden cosas extrañas mientras es diagnosticado con la misteriosa enfermedad que padecen el resto de los pacientes, por lo que Lockhart buscará desenmascarar a las autoridades de la clínica.

La película se enfrenta a varios problemas, sobre todo narrativos, que impiden que el espectador se adentre en un relato que se torna confuso y por muchos momentos aburrido, con una duración excesiva, a la que se le podría quitar alrededor de 60 minutos sin afectar la historia que se cuenta.

Verbinski mezcla planos de una innegable belleza con una historia que termina perdiéndose en sus innecesarios y abundantes momentos de relleno, ya que el personaje principal se enfrenta a una variedad de situaciones extrañas que no terminan de cuajar en el relato.

La película tiene algunos momentos de tensión y algo de terror, pero todo eso se pierde entre la gran cantidad de personajes que aparecen, todos siempre de manera sospechosa, dando forma a una película fallida, muy extensa y que aburre monumentalmente.


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