En la tercera colaboración de Liam Neeson con el director catalán Jaume Collet-Serra, luego de ‘Unknown’ y ‘Non-Stop’, el resultado es similar a los anteriores, en un film lleno de acción y adrenalina constante.

Neeson ahora interpreta a Jimmy Conlon, un ex mercenario que vive apesadumbrado por los recuerdos de la gente a la que le quitó la vida, viudo y vive sólo sin tener contacto con su hijo Mike, y apenas se relaciona con su viejo amigo y empresario Shawn (Ed Harris), quien abandonó varios años atrás los negocios turbios.

Cuando el hijo de Shawn, metido en líos con la mafia, intenta matar al hijo de Jimmy por haber sido testigo de un crimen, éste se le adelanta y lo mata, provocando una inevitable ruptura con su amigo, que le promete hará todo lo posible por cobrar venganza asesinando a su hijo.

Con una fórmula que parece inagotable, y por demás parecida a otros filmes recientes estelarizados por Neeson, ‘Run All Night’ funciona a la perfección en gran parte por la efectiva presencia del actor que aunque parece encasillarse en este ya repetitivo rol, le sale a la perfección.

Por más que los lugares comunes se repiten una y otra vez, y los diálogos trillados aparecen cada tanto, la dupla Collet-Serra/Neeson se dan gusto con intensas escenas llenas de tensión con peleas y persecuciones aceptablemente filmadas.

Con buenas interpretaciones del reparto, destacando Vincent D’Onofrio como el policía obsesionado con capturar a Jimmy y un Ed Harris siempre efectivo ahora como el rival en turno, dan forma a un mero entretenimiento que cumple cabalmente con entretener al espectador.